Esta semana conocimos la última encuesta suplementaria de ingresos realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la cual posiciona a la Región de Los Lagos en el primer lugar del país con la mayor variación anual, con un salario promedio de 441 mil pesos; mientras que a nivel país el ingreso se estimó en 473 mil pesos, nivelando hacia arriba en cuanto al promedio las regiones de Antofagasta y Magallanes; no así en la variación.
Las cifras, si bien son reconfortantes porque nos muestran en buen pie, reflejan sí que se mantiene la brecha salarial entre hombres y mujeres; porque si bien ambos mejoraron sus ingresos, el género masculino lo hizo por sobre el femenino.
En consecuencia, hay allí un desafío como así también en la entrega de más y mejores competencias laborales. Porque también se advierte un déficit en la capacitación.
No obstante lo anterior, habrá que puntualizar que las cifras corresponden al ejercicio 2014, por ende, no reflejan los recortes de personal que ha hecho la industria salmonera este año por ejemplo, ni el inestable clima laboral que también se advierte en otros sectores, producto de diversos factores.
De manera que es tiempo que la región y sus autoridades tomen nota de estas cifras que entrega el estudio del INE, pero también proyecten la realidad al actual y futuro escenario, anticipándose a lo que pudiese pasar, ante el clima de incertidumbre y frenazo económico que se constata en diversos sectores productivos y comerciales de la región.
Esta zona tiene buenas cifras de empleabilidad, pero la calidad del empleo sigue siendo el gran tema si lo cruzamos por un lado con el sueldo promedio, las necesidades de las industrias locales y el costo de la vida, que dada la distancia con la zona central por ejemplo, encarece los traslados y por ende los costos de muchos de los productos que adquirimos para vivir en el sur.