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Conaf y artesanos buscan agilizar la comercialización del alerce

FACILITACIÓN. Los esfuerzos están dirigidos a simplificar el actual proceso de acreditación del origen de la madera, producto de un decreto de 1976, que declaró ese árbol como Monumento Natural.
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A partir del Decreto Supremo N° 490 de 1976, que declaró Monumento Natural al alerce, está prohibida la corta o destrucción de árboles vivos de la especie.

Por eso es que el transporte de la madera, así como de los productos elaborados a partir de ella, se realiza con el respaldo de una guía de libre tránsito que emite la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Es, hasta el momento, la única manera en que los más de 100 artesanos que trabajan con el alerce en Puerto Montt pueden acreditar el origen legal de las maderas que utilizan en su trabajo.

Sin embargo, el hecho de tener que tramitar esa guía de libre tránsito genera obstáculos para su negocio, como lo reconoce José Silva, representante de la Asociación de Artesanos Raíces del Sur de Alerce.

"Conaf está trabajando en una propuesta, a fin de modificar el Decreto 490, para que nuestros productos sean de libre tránsito, y que certifique el origen de la madera. Nuestra intención es proteger el alerce y seguir trabajando con maderas muertas y raíces", aseguró.

Mientras que Francisco Oyarzún, del taller Marfelip, se mostró optimista frente a esta posibilidad, aunque más bien cauto por el avance de la iniciativa. "Está en compás de espera, a que Conaf nos acredite con un sello o algo así. Hoy, para vender, hay que hacer muchos trámites y eso impacta en los ingresos, porque lo único que quiere el cliente es llevarse el producto, no estar haciendo trámites de un lado a otro", evidenció.

Afirmó que el requisito básico para comprar, es que lo haga con un productor que acredite la procedencia de esa madera nativa. "Si se lo van a llevar de la zona, tienen que tener una guía de libre tránsito, que es otro cuento", agregó.

Mientras que el artesano Ricardo Higuera expuso cuál podría ser la solución: "Queremos que Conaf nos certifique que trabajamos con maderas muertas, producto de los incendios forestales, principalmente", agregó.

La propuesta de la organización es contar con una especie de guía, que simplifique los trámites de esta acreditación.

José Silva fue más explícito. "Si vendo un mueble, tengo que sacar una guía de libre tránsito en Conaf, llenarla con todos los dados del cliente. Luego, viene gente de Conaf a verificar el producto y su certificado de procedencia. Y así, pasan varios días, hasta una semana. Recién el cliente puede irse, pero antes debe pasar a una Comisaría de Carabineros para certificar su carga; y, antes de llegar a su ciudad de origen, debe pasar por la Comisaría más cercana a su domicilio, para hacer el mismo trámite", aseguró.

Agregó que dejan de vender cuando sus potenciales clientes verifican los requisitos que deben cumplir. A ello sumó que "Conaf entrega las guías los martes y jueves; y si llega un cliente a comprar el jueves, tiene que esperar hasta el martes próximo. Pero como se trata de gente que viene de paso, muchos se van sin comprar", se lamentó el dirigente.

"Eso nos complica. Nos interesa que surja una solución de parte de las autoridades", reclamó Higuera.

CAMBIAR EL SISTEMA

Germán Pando, director regional subrogante de Conaf, ratificó que la entidad trabaja en una modificación, ya que "el sistema para el control y emisión de guías de libre tránsito no es el más adecuado para el trabajo de los artesanos".

Para el director regional (s) de Conaf este método "no responde a la lógica del comercio de artesanías, el cual se desarrolla de manera espontánea y al detalle".

Informó que esa entidad gubernamental trabaja en el diseño e implementación de un procedimiento de acreditación "que sea más pertinente a la realidad de este comercio".

Recordó que para que la solución sea la más adecuada para esos trabajadores, han propiciado diversas reuniones con los artesanos. "También queremos garantizar a la sociedad que el material utilizado corresponde a maderas muertas y que no constituyen una amenaza para la conservación de la especie", especificó.

Desde su galpón en la Avenida Gabriela Mistral, el microempresario Manuel Levín también lo entiende así. "Vengo trabajando desde hace 30 años en artesanía en madera. Queremos trabajar libremente el alerce. Este es un pueblo de artesanos y la mayoría vive de esto. Le damos vida a Alerce, es una zona turística, con clientes a lo largo de todo el país", planteó.

Expuso que no deben ser considerados como una amenaza para el alerce, ya que "todos trabajamos con desechos y raíces", pero también sugirió a los dueños de predios donde existe esta especie protegida, que cuenten con sus respectivos planes de manejo, factor principal para obtener la tan necesaria guía de acreditación de origen.

"Buscamos que el transporte del alerce sea sin tanta burocracia. Queremos destrabar este tema. Hay varias alternativas, pero todavía no concretamos ninguna", expuso el artesano Ricardo Higuera.

FISCALIZACIÓN

Ante la protección del alerce, Conaf desarrolla esfuerzos para disminuir los niveles de talas ilegales en la región.

Una de ellas es la implementación de un sistema de monitoreo, con imágenes satelitales de alta resolución, focalizado en áreas críticas desde el punto de vista de la presión de uso del bosque nativo, "con lo que esperamos abarcar una superficie anual de aproximadamente 80.000 hectáreas", dijo el director (s) de Conaf.

Germán Pando añadió a ello la realización de sobrevuelos de detección en helicóptero, para el tipo forestal alerce, y en avioneta para el bosque nativo en general, "con lo que se ha aumentado notablemente nuestra capacidad de detección".