Elegante muestra del malabarismo
TEATRO DEL LAGO. Compañía francesa trajo a Frutillar una fina traza del arte circense.
Una simple, pero insinuante invitación a abrir los sentidos, a través de una elegante puesta en escena del malabarismo circense, ofreció anoche en el Teatro del Lago de Frutillar, la compañía francesa Collectif Petit Travers, que deleitó en una hora al público que repletó ese recinto junto al Lago Llanquihue.
La obra "Pan Pot" conjugó una contundente demostración del dominio de esa técnica, que fue delicadamente fundida con música clásica.
Tres malabaristas, vestidos de traje negro, la mayor parte del tiempo de espaldas al público, lanzan pelotas de goma al aire, entre sí y también fuera de escena, en una cuidada coreografía, que a veces se transforma en una frenética "lluvia" como en el cuadro de cierre.
Todo ello estuvo acompañado por una pianista que marcaba los ritmos con piezas clásicas de Beethoven, Bach, Liszt, Ligeti, Dutilleux, Mozart, Kagel. Para completar esa ambientación, los efectos de iluminación reafirmaban cada uno de sus cuadros, sin más escenografía que el telón negro de fondo.
La agilidad y sincronización de movimientos se dan en un intercambio de personajes que no requieren maquillaje, pero que se conjugan a la par del juego de luces y pelotas que lo inundan todo, ofreciendo una oportunidad única para descubrir un mundo nuevo, en base a percepciones y sensaciones individuales.
El humor tampoco estuvo ausente y lo marcó cada momento en que apareció el "cuarto hombre", un maniquí que acompañó a los tres protagonistas hasta que descubrieron que si bien era un espectador privilegiado, era inerte.
Esta brillante presentación de circo contemporáneo fue posible en el marco de una alianza del Teatro del Lago y la Fundación Mustakis, que trabaja con un programa de circo dirigido a jóvenes y niños.
El espectáculo también se enmarcó en la celebración de los 130 años del Diario El Llanquihue.