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Las razones que llevaron a que Los Lagos cambiara de jefe tras 16 meses Oposición se lanza en contra de la Nueva Mayoría y cuestiona cambio de intendente

Análisis. La relación con los partidos y en especial los cuestionamientos del diputado Fidel Espinoza, podrían ser algunas de las causas por las cuales se produjo la destitución.

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Complejos fueron los últimos meses de gestión del ex intendente Nofal Abud. Si bien desde el segundo semestre del año pasado, comenzaron las críticas de algunos sectores de la Nueva Mayoría, por la relación que mantenía con los partidos, este año fueron mucho más notorias.

Para sus partidarios, el principal aval de la gestión de Abud tiene que ver con las cifras que presentaba Los Lagos.

De partida, es la que menor cesantía tiene en el país, con un 3,5% (trimestre móvil marzo-abril y mayo de este año).

Además, aparece como una de las de mayor eficiencia en el gasto del presupuesto Fndr y con una proyección de alcanzar los 100 mil millones de pesos este año.

Aquí, el propio Abud destacó la elaboración del plan para las zonas extremas, situación de la que colocó el acento en su despedida, recalcando la importancia de la Provincia de Palena en el desarrollo de la región.

Pero, de la misma forma en la que los números avalaban su gestión, aparecieron episodios complejos.

Y uno de ellos ocurrió el 8 de abril, cuando el entonces presidente regional del Partido Socialista, Manuel Ballesteros, le hacía llegar una carta en la que cuestionaba su gestión.

La carta la envía el también consejero regional, luego de que un grupo de seremis y jefes de servicios fueran fotografiados en un céntrico local y cuya foto fue subida a las redes sociales por el concejal PPD, Héctor Ulloa (Puerto Montt), con una cita en la que apuntaba a críticas al intendente.

Agenda propia, falta de liderazgo y escaso diálogo político, fueron algunos de los cuestionamientos formulados por Ballesteros.

Este hecho deja al descubierto las diferencias existentes al interior del bloque respecto al jefe regional.

Mientras las críticas más duras provenían de su partido, del presidente regional de su partido, el PPD y de un sector del PS que encabeza el diputado Fidel Espinoza, la defensa de su gestión quedaba en manos del presidente regional de la DC, Claudio Martínez, y de su par del Partido Comunista, Yuri Godoy.

De esta manera, tanto Martínez como Godoy expresaban públicamente su respaldo al abogado.

En medio de este escenario y con Abud como jefe regional, llegó el 22 de abril, fecha que será recordada por la erupción del volcán Calbuco.

Un descanso para el intendente, quien centró su accionar en sacar a la zona afectada del complejo momento que atravesaba producto de la erupción.

Tras desarrollar una labor que fue destacada en el mundo político, llegó un nuevo golpe a su gestión.

Fue al mes siguiente, cuando estalló el caso fardos. Su entonces jefe de gabinete, Carlos Andrade, junto a su símil de Agricultura, Mauricio Valenzuela, fueron fotografiados junto a proveedores de fardos en un local de Puerto Montt.

La denuncia fue dada a conocer por el diputado Espinoza, quien colocó todos los antecedentes en la Fiscalía.

Tras la realización de sumarios, se determinó que tanto Andrade como Valenzuela debían dejar sus puestos.

Si bien desde todos los sectores de la Nuevas Mayoría, tanto dirigentes políticos como parlamentarios, coinciden en que realizar cambios de autoridad es una facultad exclusiva de la Mandataria, reconocen que estos sucesos en algo pudieron influir.

De hecho, el diputado DC, Patricio Vallespín, junto con aclarar que desconoce los motivos del cambios y de la evaluación realizada, señala que lo más probable es que fuera un conjunto de situaciones la que llevó a que el Gobierno tomase la decisión.

Espinoza, en tanto, ha apuntado durante este tiempo sus dardos hacia el trabajo de sus asesores, entre los cuales aparece lo realizado por Andrade, algo que -según ha dicho- le había sido advertido a Nofal Abud en reiteradas ocasiones para que tomase acciones en este sentido.

Con todo, se lanzó la oposición en contra de la Nueva Mayoría, tras concretarse el cambio de intendente en la Región de Los Lagos.

Iván Moreira, senador UDI, señala que esto se veía venir, por cuanto al interior de la Nueva Mayoría no había satisfacción por conflictos políticos de poder. "Me parece que Abud había realizado una labor adecuada, de acuerdo a los medios que el Gobierno central le entregaba. Lo vi comprometido con lo sucedido por la erupción del volcán Calbuco", sostuvo.

Para el gremialista, se trató de un intendente que trató de hacer las cosas lo mejor posible; pero que se encontró con un muro que no pudo superar, como lo fueron "los conflictos al interior de la Nueva Mayoría".

Si bien dice que no se trata de ironizar, sostiene que "cada vez que le preguntan por su rol en la oposición, responde que en Los Lagos no es necesario que ejecute dicho papel, porque eso lo hacen los partidarios del propio gobierno. Este cambio no obedece a gestión, sino que a conflictos internos", subraya.

En la misma línea, el diputado UDI, Felipe De Mussy, sostiene que "no se justifica el cambio dado que el trabajo de Nofal Abud me parecía bueno, adecuado y muy en terreno".

De Mussy agrega que el ex jefe regional "fue víctima de un mal Gobierno y de presiones políticas para mantener el feudo de algunos en la región. Desarrolló una serie de proyectos y de manera muy cercana a la gente. Siempre con respeto por quienes mantenemos legítimas diferencias políticas con él".

En tanto, para el diputado Javier Hernández (UDI) no le pareció para nada sorpresivo el cambio, "dado que se trata de una situación que era un secreto a voces desde hace un par de semanas y que no responde a otra cosa que a una lucha de poder al interior de la Nueva Mayoría". Agrega que "el tema es súper simple, aquí había un parlamentario y un partido político que querían que el intendente se fuera y otros parlamentarios y partidos que lo respaldaban". Para el legislador, esta contienda la "ganó el parlamentario que quería sacarlo, no es mucho más que eso; es el juego de la política en la peor de sus dimensiones, cuando se privilegia dedicar tiempo a las guerrillas internas y no a trabajar unidos por la gente".