Los Temporales Teatrales tras bambalinas
Como los témpanos de hielo, el escenario de los Temporales Teatrales es la parte evidente y pequeña de un mundo que tras bambalinas bulle de actividad, orden, trasnoches y nervios con que se nutre la Corporación Cultural cada día en un esfuerzo de organización y logística que cada día recibe, junto a los artistas, el aplauso del público.
En las 24 jornadas de la versión XXVI de uno de los festivales de teatro más importantes de Chile, la función comienza en realidad a las 8 horas cuando se despachan las cargas de las escenografías de la obra anterior, mientras casi en paralelo el trabajo técnico se desarrolla en el interior del Teatro Diego Rivera, como el montaje de la obra y la dirección de iluminación del escenario.
Tras estos aprontes siguen los ensayos, a partir de las 10 horas aproximadamente, con los actores en escena para la denominada "pasada técnica".
Luego, desde las 11 hasta prácticamente las 18 horas se desarrollan los ensayos -con el almuerzo como intermedio- y se revisan los detalles que pudieran faltar. En ese momento y ya considerado, cada compañía recibe un catering que les permitirá a los actores enfrentar las 3 ó 4 horas de trabajo frente al público.
Ya a las 18.30 horas el público ingresa al Teatro Diego Rivera, previamente aseado, tarea que se repite entre cada función. Y hay que recordar que la Corporación Cultural también coordina las presentaciones en Alerce, Mirasol y se encarga de enviar a artistas y montajes a 10 ciudades de Chile y Argentina.