Destacan la trayectoria del fallecido padre Tomás Palma
mañana lo creman. En la Iglesia recuerdan el legado que deja el sacerdote y lo importante que fue en los sectores donde prestó servicios como religioso.
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Dolor existe en la comunidad de Puerto Varas y en la Iglesia Católica, a raíz del fallecimiento del párroco de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Puerto Varas, Tomás Palma, quien falleció a las 18 horas del martes en el Hospital de Puerto Montt.
Al recinto llegó el viernes pasado, tras sufrir un golpe en la cabeza en una caída, al bajar de una micro. Este hecho ocurrió la mañana de ese día, luego de realizar un recorrido que hacía con frecuencia, dado que no usaba su vehículo particular, porque le costaba mucho encontrar un sitio para estacionar cuando llegaba a Puerto Montt, según cuenta el vicario general del Arzobispado, Tulio Soto.
Para el arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro, se trata de una pérdida para la Iglesia, por cuanto se trata de un sacerdote que estaba en ejercicio de su ministerio y tenía otras responsabilidades también al interior de esta organización.
Es así como era el encargado de la Comisión de Bienes Patrimoniales de la Diócesis, así como ofició durante años como el ceremoniero de la Catedral y era el asesor de la renovación carismática católica.
Otro aspecto que resalta Caro es que Palma era un activo colaborador en Puerto Varas de la restauración de obras patrimoniales, como el Monte Calvario y la misma parroquia.
"Nuestro agradecimiento a todas las personas que manifestaron sus condolencias y el ambiente oración y de respeto con que se tomó este acontecimiento doloroso, pero que para un cristiano está lleno de esperanza que viviremos y resucitaremos con él", subraya monseñor Caro.
Tras la grave caída, el religioso fue internado e intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades. Sin embargo, dejó de existir el martes, a los 77 años de edad.
Trayectoria
Caro recordó la trayectoria de quien conocía de los tiempos en que era seminarista; es decir, de hace más de 30 años. Por eso cuenta que fue párroco de la Parroquia María Reina y Madre, ubicada en la población Pichi Pelluco, desde el año 1973.
Dentro de sus labores se encontraba el hacerse cargo de las capillas ubicadas en la Carretera Austral, desde el sector de Chamiza y hasta Lenca, Chaica y Piedra Azul, así como de Correntoso y Lago Chapo.
Coincidente con estas labores, ese mismo año comenzó a ejercer como capellán de la Armada, puesto que desempeñó por tres décadas.
Los últimos cuatro años estuvo en Puerto Varas, luego de ser trasladado.
También, recordó que con ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II ofició de maestro de ceremonia. Padecía de diabetes y tenía dificultades para caminar antes del accidente.
Sus restos comenzaron a ser velados ayer en la parroquia María Reina y Madre de Pichi Pelluco, mientras que la Santa Misa de exequias se celebrará hoy a partir de las 15 horas en la Catedral de Puerto Montt y será presidida por el arzobispo y concelebrada por todo el presbiterio. Luego, su cuerpo será entregado a los familiares, quienes darán cumplimiento a la voluntad del padre Tomás, de ser cremado, lo que se hará mañana.
La Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Puerto Varas será atendida por los sacerdotes del decanato y los diáconos permanentes, y quedará a cargo del padre Ramón Mansilla, actual párroco de Puerto Chico (Ntra. Sra. de Fátima), en calidad de Administrador Parroquial. Se espera que en las próximas semanas se defina quién quedará a cargo de la parroquia lacustre.