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"Que el grupo socioconómico de origen condicione el aprendizaje es grotesco"

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ltoledom@diariollanquihue.cl

Con 37 años, el ingeniero Carlos Henríquez Calderón ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional al ámbito educacional, como sostenedor de planteles municipales, docente de la Universidad de Santiago e investigador de la Universidad Católica en materia de medición de calidad educativa.

Ayer, el actual secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación llegó hasta Puerto Montt, para reunirse con cerca de 250 directores de establecimientos privados, subvencionados y municipales, para analizar los resultados del Simce 2014 y buscar estrategias para mejorar la educación.

- Claramente, el paro afecta al aprendizaje de los niños. Los alumnos que van a clases son los que tienen mayor oportunidad de aprender, incluso algunas investigaciones indican que los estudiantes que tienen mejor asistencia obtienen mayores aprendizajes. Hoy no podemos saber el impacto del paro en algunos establecimientos municipales, pero sí sabemos que si los niños dejan de asistir a clases esto tiene un impacto en sus aprendizajes.

- Nosotros hemos revisado las evaluaciones en términos de buscar efectos de las distintas movilizaciones, incluso con los movimientos estudiantiles de los años 2006 y 2010, y 2011 de profesores, y el impacto propiamente tal es difícil de ser medido por un instrumento estandarizado. Lo que sí hay que decir es cualquiera sea el motivo por el cual el niño deja de asistir a clases, el ausentismo tiene un impacto en el aprendizaje.

- Efectivamente, hay un número no mayor que dejó de medirse, pero al año siguiente no se observa efectos significativos en el proceso de aprendizaje, entendiendo además que este proceso no es de un mes o de un año, sino que son de mediano plazo. Cuando medimos cuarto básico, estamos midiendo el proceso educativo hasta cuarto básico; por tanto, aquí lo que importa es que los niños vayan más a clases. Entonces, el desafío de los establecimientos es en los meses posteriores de una movilización, generar los apoyos necesarios para que los estudiantes aprendan más, pero en término de las evaluaciones se miden ciclos.

Grandes brechas

- La brecha mayor en el sistema educativo no es por la dependencia del establecimiento, si es privado, subvencionado o municipal, sino que por grupo socioeconómico. Esto apunta al capital cultural de la familia, al nivel educacional de la madre quien es la que más puede impactar en el aprendizaje de los niños, a los ingresos, aspectos que influyen fuertemente en las posibilidades de mayores aprendizajes de los estudiantes. El que el grupo socioeconómico de origen condicione el aprendizaje es algo grotesco en nuestro país, lo que hay que contrarrestar con políticas educativas que inviertan más donde más se necesita, que ojalá traigan a mejores directores y docentes a escuelas vulnerables. Si uno analiza los resultados de establecimientos de diferente dependencia (privados, subvencionados y municipales) de un mismo socioeconómico, las diferencias desaparecen, por tanto el desafío de calidad es para todo tipo de establecimientos.

- La brecha se presenta en un nivel mucho menor, no es igual a cero, pero no es enorme como la que hay en Chile. Hemos avanzado en reducirla, pero sigue siendo grotesca, el desafío es atraer a los mejores profesores y directores donde más se necesitan. No es que la educación municipal lo haga peor que la educación particular subvencionada, ya que apuntando a los mismos sectores socioeconómicos obtiene los mismos resultados. Por ello insisto en que la calidad es un desafío de todas las dependencias, de la municipal, de la subvencionada y también de la privada.

- Efectivamente, hay una baja de 15 puntos en la prueba de lectura de octavo básico. Se trata de una baja atípica, ya que nunca en una evaluación se había registrado un descenso de este tipo, y por ello hay que investigar al respecto. Primero, debemos saber por qué se da, segundo hay que ver si se repite el próximo año y se establece una tendencia, y tercero hay que desarrollar una agenda de investigación, para mirar los hábitos lectores y formas de seguir evaluando habilidades superiores en nuestros estudiantes.

- Lo que tenemos son algunas hipótesis. Haciendo el cruce con algunos estudios del Ministerio de Educación y algunas universidades, se puede apreciar que los estudiantes hoy están leyendo más funcionalmente que por gusto o placer. Esto quiere decir que leen lo obligatorio del colegio y no por un hábito personal de lectura. Sólo un tercio de los niños de quinto básico lee algo distinto a su formación académica una vez a la semana, y adicionalmente los hábitos lectores decrecen a medida que van pasando de curso. Es un fenómeno complejo, y debemos mirar cómo reforzamos que el hábito de lectura se instale desde temprana edad, para que sea una ventana de oportunidades al aprendizaje y la imaginación.