A la Catedral llega imagen de la Virgen del Carmen
Peregrinación. Imagen recorrerá todo Chile, como testimonio de fe por la vida desde la concepción a la muerte.
Mañana, en la misa de mediodía en la Catedral, el Arzobispo de Puerto Montt, Monseñor Cristián Caro, recibirá a la Virgen del Carmen, la misma que acogieron en el Monasterio de las Carmelitas.
Con el lema "Virgen del Carmen Reina y Madre de la vida y la familia", el domingo 24 de mayo, la Virgen del Carmen Misionera inició un recorrido por todo el país, que finalizará en diciembre próximo.
La peregrinación nació de un grupo de laicos y ha sido apoyada por la comunidad del Santuario Nacional de la Virgen del Carmen en Maipú, el Episcopado y las iglesias locales.
Su objetivo consiste en que la imagen dé testimonio de Fe, como un mensaje por la defensa de la vida.
La estatua de la Virgen fue regalada y bendecida en 2010 por el Papa Benedicto XVI, como un homenaje al pueblo de Chile en el bicentenario de su Independencia. Es una imagen tallada por el artista ecuatoriano Ricardo Villalba y lleva sobre sí el "manto de Chile" con representaciones de diferentes etnias y zonas del país.
El recorrido se inició en Puerto Montt, donde se alojó en el Monasterio de las Hermanas Carmelitas. Posteriormente, fue enviada a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Puerto Varas, donde permaneció entre el 31 de mayo hasta hoy, recibiendo a miles de peregrinos que quisieron conocerla. El viernes, la despidieron con un concierto en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús. Hoy llegará a la Iglesia Catedral, y será recibida por el arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro, en la misa de 12 horas de mañana.
Permanecerá en el principal templo arquidiocesano, para que pueda ser apreciada y adorada hasta el 14 de junio, y motivar a los corazones "para que en nuestro país se acoja y se cuide siempre la vida desde su concepción hasta su muerte natural", manifestó monseñor Caro.
La imagen recorrió los principales lugares afectados por el terremoto del 27 de febrero de 2010 y en septiembre del mismo año llegó hasta la mina San José, donde acompañó a las familias de los mineros atrapados. Además, peregrinó por todo el país llevando el Evangelio de Chile, escrito por más 9.000 personas.