Junto con la llegada de la tradicional crudeza de nuestros rigurosos otoños e inviernos sureños, impregnados de bajas temperaturas y aguaceros, surgen también los riesgos de trágicas calamidades como los incendios, generalmente originados de la mayor intensidad en el uso de los equipos calefactores y de las negligencias con que se les suele ocupar en los distintos hogares.
Preocupante realidad, que motiva al Cuerpo de Bomberos local a recomendar el mayor cuidado y prudencia en la utilización de las estufas a leña y otros artefactos de combustión, susceptibles de colapsar o inflamarse cuando son erróneamente manipulados. Lo que significa que es perentorio adoptar las debidas precauciones, como mantener limpios los caños, aseándolos semanalmente; al igual que asegurarse que estén en buenas condiciones los dispositivos de los elementos a gas. A lo que se debe añadir un consejo muy especial: no acercar a estos focos de calor ropas para secar, por cuanto la mayoría de los siniestros se producen por el encendido de estos vestuarios, que al caer sobre las cocinas o calentadores arden e inician los incendios.
De manera que para enfrentar adecuadamente el clima invernal, el llamado es a mantener en las mejores condiciones posibles elementos como las canaletas, ductos y desagües, y bien asegurados los cercos y techumbres. Eso en el exterior de las viviendas, porque adentro la mejor conducta es la de cuidado y prevención, velando por el buen estado de los aparatos de calefacción y de cocción de alimentos, junto a sus respectivas chimeneas y tirajes. Y, por cierto, el secado de las vestimentas lejos o a una prudente distancia.
No olvidemos que el Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt -el venidero 19 de junio- cumplirá y festejará sus 150 años (1865-2015) de existencia de generoso y valeroso servicio de la protección de las vidas y bienes de la población. Y para lo cual realiza especiales actividades previas, entre ellas el concurso escolar de pintura, la campaña del sobre recién efectuada, las fogatas de recuerdo de la misión cumplida en el terremoto del 60.
Desde ya, los puertomontinos se adhieren a los preparativos del aniversario bomberil, hondamente agradecidos de sus oportunos servicios y consejos.