Implicancias de Reforma Laboral para el sector Acuícola y Pesquero
Francisco Orrego
Muchas han sido las opiniones sobre el proyecto de la Reforma Laboral desde diferentes visiones, están sean de parte de los trabajadores y sus directivas y también desde los empleadores y sus gremios. La discusión de otras reformas ha demostrado que es importante abrir el debate a todos los sectores desde un comienzo, priorizando los contenidos por sobre los plazos.
Normalmente las reformas laborales tienen dentro de sus objetivos, mejorar las condiciones de los trabajadores, fortalecer los sindicatos, aumentar el empleo y mejorar la productividad, entre otros propósitos. En este caso, tal como lo ha reconocido el Gobierno, solamente apunta a fortalecer los sindicatos para mejorar la distribución del ingreso, postergando los otros temas planteados.
Un proyecto que no considere todas las aristas del área laboral en el mediano plazo, puede afectar a los propios objetivos del proyecto de ley.
En el ejercicio de buscar opiniones en conjunto, el sector acuícola y pesquero comparten opinión en muchas aristas del proyecto de ley. Ambas industrias trabajan en base a materias primas frescas para consumo humano, donde no es posible compararlos con una actividad fabril normal, que utiliza materias primas no perecibles. Cualquier paralización y la imposibilidad de reemplazar a personas que se declaran en esa situación, pueden tener consecuencias significativas, que podrían llegar a dañar parte fundamental la cadena productiva, postergando contratos y compromisos con diferentes mercados.
Como lo ha expuesto el Gobierno, uno de los objetivos de la reforma es que la paralización sin reemplazo, presiona al empleador a negociar mejores condiciones para los trabajadores.
El problema, es que una detención de la actividad en gran parte de la industria acuícola, por ejemplo, no afecta sólo a la empresa en esta situación, sino que puede afectar a otras empresas que no están en un escenario de conflicto con sus trabajadores, dado que la paralización daña a los peces, estos pueden enfermarse y el mar puede propagar estos patógenos afectando a otros.
En la industria pesquera el valor agregado que se le incorpora al pez capturado, requiere que exista sincronización entre la extracción, traslado y elaboración. En general, los periodos de captura no son continuos en el tiempo, por lo tanto en muchas ocasiones, los proveedores son empresas distintas a los elaboradores, sobre todo en el caso específico de la anchoveta, donde los que abastecen son los pescadores artesanales. Por otra parte, los contratos en la industria pesquera no puede ser flexibles, dado la calidad del producto y sus exigencias. La paralización de una planta industrial pesquera, al igual que en la salmonicultura, puede traer consecuencias a terceros.
El actual proyecto, por ejemplo, no se hace cargo de estos temas ni de otros que no dan respuestas a situaciones específicas de varios sectores productivos. Le hemos presentado nuestras inquietudes a los parlamentarios y autoridades, indicándoles que estamos disponibles para ser parte de la solución. Esperamos que la conversación se dirija hacia el común acuerdo, entendiendo las realidades de cada sector y sus reales implicancias en este proyecto.
Felipe Sandoval