Pickle: Un híbrido sonoro que limita con el rock y el rap
miguelnegrono@gmail.com
Pickle es una banda que ya se ha mantenido por algunos años en la escena local mostrando su trabajo. Lo cierto es que estos jóvenes forman la banda en febrero del 2011 y partieron como un proyecto experimental basado en influencias provenientes del rap en el plano lírico y el rock en cuanto al aspecto sonoro. ¿El objetivo? Presentar una propuesta distinta, una especie de híbrido y extender ahí los estilos y géneros musicales predilectos de cada uno de los componentes del grupo.
"No nos encasillamos en ningún estilo específicamente. Con los distintos sabores que entrega la música queremos probar todos lo que tengamos al alcance, ya sea rap, funk, hardcore, metal, punk", explica Ricardo "Motta" Prado Duarte, encargado de las baterías. Lo acompañan Alejandro Barría al micrófono, Bernardo Oyarce al bajo y Camilo San Martín en la guitarra eléctrica.
Sobre el trasfondo conceptual que engloba la palabra que da nombre a este cuarteto, los integrantes explican que de alguna forma éste hace alusión a la "esencia rancia" que tiene cada persona. Pickle hace alusión en la jerga juvenil precisamente a los términos mencionados o, en otros términos, a quien se aleja de ciertos cánones establecidos y aceptados socialmente. "En general creemos que la sociedad busca refugiarse bajo ciertas apariencias aceptables por la masa", aduce Alejandro Barría.
Usualmente el público reacciona con rechazo y desagrado el nombre de la banda. Para los músicos, sin embargo, esto lleva a un absurdo porque es la música lo que, a su parecer, define el cuerpo conceptual construido y no a la inversa. "Podemos crear nuevos mundos en donde los conceptos pueden traer nuevos significados, nuevas formas de interpretar y así romper con las tradiciones", asegura Bernardo Oyarce.
Una fuerte convicción es también el hecho de que nos encontramos en era de anti poesía en la que el verso y la música tienen que revelar la más cruda esencia del humano y su miseria.
Desde ese punto de encuentro -o desencuentro, si se quiere- es que Pickle construye su discurso, el cual está basado en la crítica mordaz al comportamiento humano y el conformismo imperante en las sociedades posindustriales. Ahí está la búsqueda por un pensamiento reflexivo y autocrítico.
Ya han pasado por Osorno y su espacio de mayor desenvolvimiento artístico es la capital regional, lugar en el que han compartido escenario con gran cantidad de las bandas locales. Sobre esta escena reconocen interesantes exponentes y una gran variedad de géneros. Pero también hay una crítica hacia quienes desperdician su talento al interpretar temas que no son de su autoría bajo el concepto de "banda tributo", una discusión de fuerte controversia entre algunos músicos locales.
Hoy la prioridad de Pickle es ofrecer al público un registro profesional en un formato físico. "Sentimos que ya estamos en un buen nivel como banda. Tenemos compuesto bastante material para sacar un disco larga duración y experimentar con nuevos formatos para mostrar y difundir nuestra música", asegura el guitarrista Camilo San Martín. Ese es precisamente el plan más ambicioso de estos jóvenes músicos por ahora.