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El autobombo puede tener efectos "adversos" a nivel social

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En un mundo digitalizado donde las redes sociales jugan un rol importante de comunicación y expresión, investigadores ingleses advierten de los efectos "adversos" que puede tener el autobombo -o los elogios a uno mismo- en las relaciones con nuestros pares. Peor aún es que las personas suelen no darse cuenta de ello.

Según concluyó un estudio de la Universidad de la Ciudad de Londres, en lugar de lograr simpatizar o caer bien en sociedad -que sería el objetivo de esta acción-, los comentarios halagadores que hace una persona sobre sí misma obtienen precisamente el efecto contrario: molestan y hacen pasar por presumido o fanfarrón.

"Estos resultados son particularmente importantes en la era de Internet, cuando las oportunidades para el autobombo se han proliferado a través de las redes sociales", sostuvo Irene Scopelliti, una de las responsables del estudio, citada por la revista Time.

La académica agregó que "los efectos pueden empeorar por la distancia adicional entre las personas que comparten la información y su receptor, lo que puede reducir la empatía del 'auto-promotor' y también disminuir el intercambio de placer del destinatario".

Para entender mejor este fenómeno, los científicos realizaron un par de experimentos. En el primero le pidieron a los voluntarios describir en detalle una ocasión en que se dieron autobombo. Tuvieron que explicar qué emociones sintieron y cómo creen que se sintió la persona que los escuchó o leyó.

Luego, a otro grupo de participantes se le pidió describir una oportunidad en que escucharon a una persona elogiarse, indicando qué emociones sintieron y cómo creen que se sintió la otra persona.

Los resultados de los experimentos mostraron que las personas que se halagaron, en general pensaron que la gente que las escuchó se sintió más feliz y orgullosa de lo que realmente se sintieron.

Asimismo, tendieron a subestimar la percepción que tuvieron en los receptores y no repararon en que al receptor su mensaje le causó molestia o fastidio.

En una tercera parte del estudio, los autores les pidieron a los voluntarios intentar obtener una buena impresión de sí mismos. El experimento mostró que, ciertamente, las personas tendieron a halagarse para lograrlo. Sin embargo, la técnica resultó ser contraproducente.

A raíz de estas conclusiones, la sugerencia de los expertos es analizar primero el tipo de público que escuchará nuestros mensajes y no dar por hecho que hablar bien de nosotros mismos será efectivo para empatizar.

Un estudio realizado por la Universidad de California, Berkeley, encontró que la reputación o aceptación social suelen ser más importantes que el dinero para las personas. Según explicaron los investigadores, una de las razones de esto es que las personas se adaptan rápidamente cuando obtienen un mayor estatus económico y son felices inicialmente. Pero luego regresan a su nivel original de felicidad rápidamente. Esto no ocurriría al tener un mayor estatus social.