El cambio de gabinete de Bachelet en el Chile de hoy
Han pasado 24 años desde la vuelta a la democracia y nuestro país es diametralmente distinto.
En efecto, el Chile de hoy es un país más educado, informado, comunicado y empoderado. Y otro aspecto que hoy marca la diferencia de hace 24 años, es que la ciudadanía, posee múltiples formas de "informarse" y "comunicarse". Tan distinto de hace 24 años que, respecto del actual escenario socio-político, de momentos cuesta creer lo que diariamente, vemos, leemos, escuchamos y criticamos.
Uno de los aspectos que más impresiona y da cuenta de lo que ha cambiado nuestro país, es el hecho de observar la posibilidad permanentemente de poner en cuestión aquello que era impensable cuestionar, por ejemplo; cuestionar a los honorables políticos; y más aún, no creerle a la Presidenta del país…
Y lo que hemos presenciado relativo al cambio de gabinete: ser informados a través de una entrevista; autoimponerse tiempos que no se cumplieron; y no consultar a los partidos sobre nombres para el nuevo gabinete, son sólo elementos que dan cuenta de una profunda crisis política que requiere ser revertida.
No podemos permitir que se toque fondo. Pero para ello, es de esperar que los inconsultos partidos de gobierno tengan la suficiente lealtad con la Presidenta para ayudar a salir de esta crisis. Lo mismo debemos esperar de los partidos de oposición. Porque lo que no puede pasar, es dejar al país a la deriva. Los partidos son claves para salir de esta crisis, sin embargo, es necesario que dejen de mirarse a sí mismos y puedan observar y leer más adecuadamente el escenario actual. Es necesario que puedan reconocer que lo que hoy sucede, es consecuencia de sus propias acciones y decisiones. Por cierto, varias de aquellas equivocadas a la luz del tiempo.
A mi parecer, una de las lecciones que deja los cambios en el gabinete, es que existe un deseo de escuchar y dar una señal fuerte de confianza y probidad.
Esa misma señal deben dar los partidos, es por ello necesario que, para seguir caminando con paso firme hacia el Chile del mañana, los partidos reconozcan de una vez por todas que deben dar un giro importante, y poner por delante el bien de la sociedad y no de sus instituciones políticas.
Porque el Chile del mañana será consecuencias de las decisiones y acciones de hoy.
Claudio Pérez Barros,