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Los cálculos fallaron para Ñublense. Pese a que ganaron en casa frente a un Cobreloa ya descendido, finalmente San Marcos de Arica y Antofagasta cumplieron con los requisitos para mantenerse en la división de honor y el conjunto de Chillán se transformó en el tercer equipo que jugará la próxima temporada en la Primera B.

La fiesta se quedó en el norte. Gracias a los dos tantos de Emilio Rentería y uno de Kevin Harbottle, los ariqueños vencieron por 3-0 a Audax Italiano. En Rancagua, Antofagasta empató a dos con O'Higgins y alcanzó la cifra que dio el respiro definitivo.

Ñublense no corrió con la misma suerte. En un apretado y emocionante encuentro, logró vencer a Cobreloa por 3-2. Pero el triunfo no alcanzó para salvarse del descenso y, junto a los loínos y Barnechea, la "longaniza mecánica" volverá a la B después de tres años en la primera división.

final contradictorio

Ñublense, parte acusadora en el caso de Cobreloa que derivó en su descenso por resta de puntos, no recibió el saludo de los mineros en la previa del encuentro. El partido ya había comenzado antes del pitazo inicial en el estadio Bicentenario Nelson Oyarzún.

En el desarrollo, marcado por las emociones exhacerbadas y las tarjetas rojas, se encauzó en un 3-2 para los chillanejos. La hinchada esperó hasta el final el gol de O'Higgins que nunca llegó y el partido finalizó a los 95 minutos con el lapidario descenso.

"Es un momento muy difícil, es una amargura terrible, la categoría no la perdimos en este partido. Perdimos puntos muy importantes en esta cancha contra Antofagasta y Wanderers, por ejemplo", reconoció Sagredo a CDF tras finalizar el duelo en Chillán.

"Nos faltó regularidad, no nos alcanzó. Un momento clave fue perder partidos cuando veníamos bien", complementó Riquero al mismo canal.

contra todos