El lado bueno de la ceniza: se puede usar en obras o para las plantas
Análisis. Geólogo y vulcanólogo de la Universidad de Chile se refieren a los pro y contras del material expulsado del Calbuco.
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Para mejorar las condiciones térmicas y acústicas, e incluso como ladrillos, puede servir la ceniza que desde el miércoles 22 de abril está expulsando el volcán Calbuco, de acuerdo a profesionales.
Francisco Gutiérrez, geólogo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, y Angelo Castruccio, vulcanólogo de la misma universidad, entregaron una serie de antecedentes respecto a la utilización de este material y también advirtieron del riesgo que significa la ceniza, al ser inhalada o consumida en agua o alimentos.
"Los depósitos de ceniza volcánica y pómez son conocidos en Chile como pumacita o pumita. Aunque depende de su composición, sus usos son generalmente la de abrasivos leves y como material de construcción (destinados a mejorar las condiciones térmicas y acústicas). Por ejemplo, molida (como es el caso de la ceniza) se añade a algunos dentífricos y sirve para la limpieza de manos", anotó el geólogo Francisco Gutiérrez.
El académico añadió que "los depósitos de tefra (ya que ceniza corresponde solo al material menor a 2 milímetros) con el paso del tiempo se descomponen y forman excelentes suelos para la agricultura, ya que tienen elementos que sirven como nutrientes, por ejemplo el azufre. De hecho, todos los suelos del sur tienen un origen volcánico. El problema es que al comienzo tienen un efecto adverso sobre la vegetación, cubriendo el terreno y secando las plantaciones".
COLAPSO
El vulcanólogo Angelo Castruccio, que estuvo estudiando la erupción del Calbuco, apuntó al curso natural tras la caída de ceniza. "En realidad es demasiado material y no tiene sentido pensar en remover todo lo que ha caído, excepto en los caminos y casas, por el peligro de colapso de los techos por el peso de este material. La naturaleza, a través de lluvias y vientos, se encarga de remover el material y descomponerlo, pero es un proceso que puede tardar muchos años, décadas tal vez", comentó.
Para el profesional, "la contaminación de la ceniza considera tres aspectos: uno, respiración; si el tamaño es muy fino, puede ser respirable y causar silicosis, ya que no puede ser expulsada fácilmente desde los pulmones. Dos, digestión; si los animales o personas digieren comida o agua con ceniza, ésta causa trastornos al sistema digestivo, ya que se trata de 'astillas o esquirlas' de vidrio de roca; y tres, si la ceniza condensa gases volcánicos ricos en ácidos se genera lluvia de ceniza ácida, la cual quema y contamina las aguas y comida, causando trastornos en el sistema digestivo y en la agricultura en general".
Ayer, llegó a la zona de Ensenada, el subsecretario de Obras Públicas, Sergio Galilea. "La idea es buscar que la zona se recupere rápido y hasta el día de hoy se han removido 220 mil metros cúbicos de material. También, se está trabajando en la limpieza de los canales en caso que la lluvia pronosticada sea intensa", precisó el ex intendente de la región.
En Argentina tienen experiencia en este tipo de reinvención de la ceniza, de hecho, abundan los casos, tras la erupción del Cordón Caulle, de emprendedores que han utilizado la ceniza caída como material de construcción.