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Desaparecen cauces de los ríos y existe alerta por llegada de lluvias

Efectos. Expertos coinciden en las consecuenciass que tuvo la actividad volcánica del pasado miércoles, mientras el seremi del MOP explica las labores que se realizan en la limpieza de los sectores afectados y también en los torrentes que perdieron su conducto natural.

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A toda máquina y contra el tiempo, trabajan en los sitios afectados por la erupción del volcán Calbuco, de manera de realizar una limpieza de los suelos y de las viviendas, con la finalidad de evitar que existan mayores problemas con la llegada de las lluvias.

Y ello se podría producir este jueves, como lo admite el intendente Nofal Abud, quien identifica como una de las prioridades la limpieza de las alcantarillas en los lugares afectados.

Por ahora, las labores están centradas en la limpieza de caminos y de viviendas, además del trabajo que realiza el Ministerio de Obras Públicas en los ríos que fueron afectados por la catástrofe que comenzó el 22 de abril.

En Meteorología, confirman que se aproxima un frente de lluvia hacia el sur de Puerto Montt, que va a aportar nubosidades y precipitaciones débiles, casi aisladas, durante la madrugada del martes.

Para el jueves, en tanto, se pronostican chubascos y probablemente una lluvia el viernes de forma sostenida, pero débil.

Es así como el seremi de Obras Públicas, Carlos Contreras, explica que las labores se centran en la intervención de los ríos afectados. Por ejemplo, explica la situación de los torrentes adyacentes del Lago Chapo, en los cuales se modificaron los cauces, por lo que el MOP se encuentra realizando las labores que permitan encausarlos para cuando comiencen las lluvias.

Ahora -dice- se trata de kilómetros de ríos, que por mucha maquinaria que trabaje en el lugar, es complejo abordarlo en el corto plazo.

Sin embargo, sí realizaron un diagnóstico que les permite identificar las zonas que más urgentes se tienen que atacar.

Tal es el caso del Río Blanco, que es el más complejo, para impedir que cuando bajen los sedimentos se vayan hacia el río Chamiza. De esta forma, se podrán evitar problemas con las comunidades.

Por ello, Contreras advierte que estarán atentos a lo que pueda ocurrir con ocasión de las lluvias, ya que será el momento en que podrán observar cómo será el comportamiento de los cauces de agua producto de que cambió la geografía del lugar.

"Son tres ó cuatro ríos, donde algunos se juntaron o se dividieron, por lo que no hay precisión de cómo se comportarán", agrega Contreras, quien ve imposible estudiar el comportamiento histórico de estos ríos que llegan al Chamiza, dado que producto de la erupción del miércoles sufrieron un cambio. "Siempre hay un riesgo en Chamiza, pero es complejo precisarlo, porque no se sabe cómo será el comportamiento y por eso el esfuerzo se centra en las cenizas y en el trabajo de los cauces", subraya Contreras. Por esta situación, los expertos llaman a realizar algunas labores con especial atención.

Es así como Mauricio Soler, quien es profesor de Geografía de la Universidad San Sebastián y del CFT e Instituto Santo Tomás, señala que lo que ocurre es que existe una gran cantidad de material volcánico depositado producto de erupción y en el radio inmediato de donde se produjo esta catástrofe.

Se trata de cenizas, piedras, piedrecillas, material que en estos momentos se encuentra relativamente estable, porque no hay escurrimientos al no existir aporte hídrico.

Sin embargo, en caso de que caiga una gran cantidad de agua -sumado al material como roca que pudiera estar deteriorada por efecto de la erupción- además de que ya se presentaron algunos lahares, ello significa que todo este material se va acumular, se va a licuar por efecto de la lluvia y escurrirá por aquellos cauces y quebradas; es decir, aquella red que está asociada a la hoya (cuenca) hidrográfica escurrirá en forma de masa espesa.

Ahora, dependiendo del volumen de la lluvia o del monto de las precipitaciones, se producirán lahares secundarios, como han sido denominados, porque no son por efectos directos de la erupción, sino que secundarios.

Por ello, la llegada de precipitaciones provocará un incremento bastante grande en el cauce de los ríos mencionados, además de otros, como los asociados a las localidades de Cascadas, Petrohué y Ensenada, que se encuentra alrededor del volcán y que recibieron un aporte importante de material volcánico.

Esto puede ocasionar el colapso de puentes y puede verse afectada en general la infraestructura y el equipamiento. Y por ello -dice Soler- es importante la prevención que se pueda realizar.

Ésto en el caso de que los habitantes permanezcan en estos lugares o sean evacuados.

Sobre los cambios que produjo la erupción, principalmente en los ríos, el geógrafo explica que lo más seguro es que se activasen quebradas que hace muchos años que no lo hacían.

También, es probable que debido a los lahares que ocurrieron se desviara el curso de algunos ríos; aunque -en general- los cauces normales serán ocupados o rellenados de forma rápida por esta masa espesa. Pero todo ello dependerá de la cantidad de precipitaciones, lo que hace que sea importante que se esté atento a lo que ocurra con los pronósticos meteorológicos.

En la misma línea de Mauricio Soler, el geólogo de la Universidad Austral de Chile, Manuel Schilling, explica que si baja un lahar grande, "un flujo de material", puede cambiar la dinámica y curso de los ríos.

Ello dependerá de la cantidad que se deposite en el valle, puesto que buena parte de la ceniza -sobre todo en períodos de lluvias intensas- puede remover el material depositado (como el piroclástico).

Agrega que en estos momentos sí se pueden producir cambios en los ríos que bajan desde volcán. "Es complejo controlarlo, aunque existen obras de ingeniería que pueden encausar", expuso.

Por lo mismo, Schilling sostiene que en este momento hay que evacuar y despejar los sectores que se puedan encontrar en estos cauces.

A propósito de lahares, desde Sernageomin confirmaron la existencia de lahares secundarios. Según se explica, se trata de "aluviones volcánicos causados por la removilización del material piroclástico depositado durante una erupción, normalmente causados por precipitaciones intensas".

La ocurrencia de estos lahares, diferentes a aquellos generados por fusión directa del hielo en volcanes con cubierta glacial, está determinada por factores tales como el espesor de la cubierta piroclástica, la pendiente de la superficie donde se encuentra el depósito, la intensidad de las precipitaciones y otros como la granulometría del material.

En términos generales, existe un "factor de seguridad" que puede calcularse para estimar áreas susceptibles a la ocurrencia de este proceso.

En tanto, en Onemi informaron que se efectuó una Mesa Técnica encabezada por el jefe de Zona, general Jorge Gebauer, junto al director regional de Onemi, Alejandro Vergés, para coordinar las acciones preventivas de inspección y limpiezas de cauces y quebradas, ante la posible ocurrencia de precipitaciones en el sector cercano al volcán Calbuco.

Tras la cita y entre otras acciones, los organismo técnicos han solicitado que la población se mantenga atenta a las indicaciones de las autoridades y sigan recomendaciones tales como mantener despejada la zona de seguridad establecida y que corresponde a un radio de 20 kilómetros a partir del cono volcánico.

En la mesa técnica se revisaron los mapas de riesgos definidos por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y se definieron las cuadrillas de reconocimiento terrestre, que estarán a cargo de personal de Ejército y Gope de Carabineros.

Entre las acciones acordadas, destaca que se adoptó que se desplegarán las instituciones antes señaladas junto a equipos de la Dirección General de Aguas y Dirección de Obras Hidráulicas, para detectar, georeferenciar y fotografiar los puntos críticos con acumulación de material que puedan obstruir cauces de ríos del sector.

La prioridad es la revisión de alcantarillas, previendo lo que pueda suceder a partir del jueves".

Un flujo de material puede cambiar la dinámica y curso de los ríos (por la erupción del volcán)".

Vicente Pereira Parra

22 de abril

tuvo lugar la erupción del volcán Calbuco, el que ocasionó una serie de complicaciones en distintos puntos de la zona y también de otros puntos del país.

54 años

pasaron desde la última erupción grande del volcán Calbuco, la que tuvo lugar en 1961. Testigos aseguran que está fue más complicada.

20 kilómetros

corresponde al radio de seguridad establecido con ocasión de la catástrofe, que esta semana cumplirá una semana desde que comenzó.