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Caída de ceniza en Puyehue revive el recuerdo de 2011

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cronica@australosorno.cl

Silvia Solís se encuentra preocupada. El mismo día en que hizo erupción el Calbuco, durante la noche se produjo una tormenta eléctrica que terminó quemándole el único aparato de televisión que mantiene en su casa, así como la antena que captaba la señal satelital y con la veía las noticias todos los días.

Por ello ahora se aferra a una radio donde se va enterando de las novedades concernientes a este fenómeno de la naturaleza que ya les ha afectado a ella y su familia en más de una oportunidad. Aquello porque el fenómeno les recordó la experiencia vivida hace cuatro años atrás, cuando el cordón Caulle les hizo pasar por un momento y situación similar.

Así como Silvia, son varias las familias de la comuna de Puyehue -que se encuentran más próximas a la frontera con Argentina- las que se han visto afectadas con un fenómeno que les amenaza con destruir lo que les ha demorado muchos años en construir.

Pese a que el día de ayer se anunció la apertura de Cardenal Samoré para buses de pasajeros y vehículos livianos, son pocos los conductores que se atreven a ir más allá de Entre Lagos hacia la frontera. En los casi cuarenta kilómetros que existen entre la capital puyehuina y el complejo aduanero, apenas se pueden contar -y con suerte- media docena de vehículos, sumando la ida y la vuelta.

Y así como hay temor por cruzar la frontera, también existe intranquilidad entre los pobladores de la zona ante la posibilidad de tener que abandonar sus domicilios. Es el caso de María Queulo de 88 años, que ya en 1960 y 2011 tuvo que dejar su hogar, debido al terremoto vivido en Valdivia (cuando se vivió un fenómeno de erupción en la zona) y cuando ocurrió el fenómeno del Cau-lle respectivamente.

"Actualmente estamos preocupados por lo que está pasando. La ceniza nuevamente nos golpea (como en 2011) y nosotros tenemos aves de crianza y el pasto se está contaminando con lo que salió del volcán. Sin ir más lejos la noche de la erupción, no pudimos dormir a causa de los truenos. Era como volver a vivir la erupción del Caulle", señaló.

Un caso similar es el que vive Venancio Reyes, quien desde hace varios años se desempeña como obrero del fundo El Caulle que se encuentra ubicado "frente" a su casa y donde está encargado de cuidar y alimentar el ganado bovino. Según explica, desde el viernes han tenido que estar sacudiendo la quila que está destinada para el alimento de los animales. "Hemos estado trabajando en ello, pero va a ser imposible mantener una situación así, por lo que yo creo que muchos de esos animales no van a sobrevivir", dice mientras le sacude la ceniza a unas ropas que había dejado secando en el patio.

Según Reyes la ceniza que le tocó ver ahora, difiere bastante de las que se podían ver cuando hizo erupción El Cau-lle. "Esta ceniza es más bien como una arena, es más pesada. Cuando sucedió lo del cordón, la ceniza era como una plumilla que se te pegaba en la cara. En cambio la noche de la erupción del Calbuco, se podía sentir en el techo que caía como una lluvia, pero una lluvia de arena", culminó.

Otro testimonio de lo que podría convertirse en una tragedia a la pequeña ganadería, lo expone Olivia Alvarado, quien indica que el primer día de ocurrida la explosión del macizo, no pudo conciliar el sueño debido a los truenos y relámpagos que se desataron en la zona.

"Todo eso nos hizo recordar lo ocurrido con el Caulle. Me angustia todo esto y esta emergencia igual nos afecta. El pasto que se estaba recuperando luego de lo del Caulle, nuevamente vuelve a cubrirse de ceniza, pero esta vez como de arena fina. Lo cierto es que estamos necesitando forraje y alimento para nuestras aves", señaló Olivia, quien reside en el kilómetro 80 de la Ruta Internacional 215.

Agua

Al entrar al terreno donde vive Silvia Solís y su familia de cuatro miembros, este bien podría asemejarse a un camino que lleva a alguna playa, ya que se encuentra cubierto por una gruesa capa de arena fina y plomiza que bien la quisiera algún balneario.

A lo lejos, pastan las 16 ovejas que posee la familia Velásquez- Solís, un caballo y un sinfín de gallinas que corretean en grupo. El aire se siente espeso y tiene un fuerte olor a azufre, pero como dice Hernán Velásquez, hijo de la señora Silvia, "estamos acostumbrados".

Hernán, quien goza de una licencia laboral, aprovecha de señalar que en esta oportunidad con el Calbuco, se ha visto más ceniza que cuando hizo erupción el Caulle.

"Si bien por el momento aun no hemos tenido problemas con la ceniza, no sabemos qué va a pasar con el pasto para las ovejas. En cuanto al agua, mantenemos una reserva de varios bidones que nos pasó a dejar el municipio de Puyehue el otro día", señala a la vez que muestra los tambores que durante el 2011 les entregó la Onemi y que ahora comenzaron a volver a utilizar.

Eso sí para Hernán, los problemas podrían venir pronto, porque ya conoce de erupciones y sabe que si los animales comienzan a alimentarse junto con la ceniza, la mortandad del ganado podría llegar a ser grande.

imagen satelital de pluma de cenizas

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Un remanente de la pluma de ceniza volcánica se encuentra afectando la Región de Los Lagos, con un tope estimado sobre 4,5 km. Las observaciones meteorológicas realizadas en Quinta Normal dan cuenta de la presencia de cenizas volcánicas visibles hacia el sector noreste, sobre los 7,5 km de altura. Se espera que las cenizas volcánicas se mantengan en constante desplazamiento al noreste hacia territorio argentino. El meteorólogo Boris Salinas, de El Tepual dijo que la condición se mantiene hacia el lado argentino, con viento componente desde el noroeste y suroeste. Existe un margen de alta presión y a las 23 horas la pluma variaría hacia la zona de Uruguay y Brasil con topes de altura de hasta 10 kilómetros. Habrá una banda frontal que afectará a la zona con precipitaciones débiles entre el lunes y martes.