Afiche teatral y los deberes marítimos
El creador -Joaquín Pérez (Colmillo)- de la imagen oficial de este año de los XXVI Temporales Internacionales de Teatro de Puerto Montt, -donde pinta, con trazos sugerentes y de sello personal, a los porteños comunes y corrientes dirigiéndose, todos, desde distintos recodos de la ciudad, hacia el puerto como el gran centro de novedades, abastecimiento y convivencia-, ha asestado medio a medio en la enorme y decisiva importancia que los puertos, como tales, tienen en el devenir de las comunidades, su historia, proyección, desarrollo y porvenir.
El afiche identificativo 2015 de estas verdaderas cumbres teatrales del globo en la capital de la Región de Los Lagos, no hace más que revivir y hacer trascender lo clave y determinante que es para la vida y progreso de las ciudades que tienen el extraordinario privilegio de contar con la permanente compañía del mar, ese singular rasgo portuario y marítimo.
Por eso es que -al amparo de estas inspiraciones artísticas apuntando hacia nuestra bahía- es aconsejable -para los porteños- no perder nunca de vista esa condición marinera, manteniéndonos siempre de cara al océano que baña nuestras costas, conscientes del que allí se finca el futuro de los pueblos ribereños. Un rico patrimonio natural, desde el cual ir forjando una conducta y estilo de vida ligada al mar y los recursos que desde sus entrañas brotan, como de su calidad de amplia ruta del transporte de las exportaciones de productividad nacional, además de ser un vital medio de acogida para las indispensables importaciones.
De ahí que nunca hay que dejar de insistir en los máximos imperativos del mayor potenciamiento portuario posible para Puerto Montt, tanto para la transferencia de carga como para el más óptimo servicio al turismo marítimo. Este último una de las grandes palancas de ingreso económico en boga y que en este puerto ya hemos comenzado a disfrutar.
Nuestro puerto, -también permanente fuente de inspiración para los artistas puertomontinos de las distintas disciplinas de la creatividad-, está presente hoy como el gran emblema de una nueva versión de los Temporales Teatrales. Y, sobre todo, recordándonos el deber de hacernos valer como porteños de verdad indisolublemente unidos al mar.