Armonía urbana propia que cuidar
Otro acontecimiento positivo y plausible en la esforzada marcha progresista de Puerto Montt y los clamores de superación de las falencias urbanas de sus habitantes, es el reciente inicio de la tan anhelada demolición del ruinoso edificio del Hotel Colina y casas comerciales aledañas, que sufrieron su destrucción por un devastador incendio hace más de dos años y cuyos restos constituían un repelente lunar anti-turismo y foco de vectores e insalubridad en pleno centro de la ciudad.
Y así como fuimos portavoces del descontento ciudadano y molestia institucional, por aquella lacra urbana que no lograba extirparse, por asuntos judiciales, en este momento congratulamos y destacamos la limpieza del lugar de los despojos de esas incendiadas construcciones, que por varios meses perjudicaron la imagen puertomontina con un aspecto de descuido impropio de una capital regional respetada por su progresismo a nivel nacional.
Ahora, lo que la comunidad y los entendidos en la materia esperan, con mucha preocupación, es que lo que se habilite en ese importante sector de Puerto Montt contribuya a la calidad estética autóctona y patrimonial de la ciudad. Es decir, que las nuevas edificaciones no constituyan un muro de contaminación visual y anti-paisaje marítimo. Y sean, sobre todo, un importante aporte a la ciudad más amable, grata, de gran personalidad sureña, que se distingue por su paisaje natural y marinero, como por la historia que la sustenta.
En ese contexto, sería de mucha conveniencia que esas nuevas obras se conciliasen con el proyecto del bulevar de calle Varas, con la finalidad de conformar un conjunto homogéneo e innovador, pero de genuina estirpe y sello tradicional portuario.
Es, por tanto, también, en este caso, la oportunidad de que aúnen voluntades los sectores público y privado, teniendo en cuenta, más allá de cualquier interés particular, los imperativos de desarrollar turísticamente a Puerto Montt y de responder a las aspiraciones ciudadanas de mayor dignidad y bienestar. Y sin olvidar que todos estos adelantos por venir, deben estar pensados en el desarrollo y modernización del borde costero en planificación, resguardándose así la armonía urbana de la capital regional.