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455 jóvenes ingresaron al Sangra para convertirse en soldados

Nuevo contingente. Con sueños y esperanzas, llegaron hasta el cuartel del Ejército de Chile en Puerto Varas, 387 varones y 68 mujeres, para cumplir con el Servicio Militar. En el proceso tendrán la oportunidad de nivelar su enseñanza media y recibir capacitación laboral.
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Un total de 455 jóvenes, más del 90% de forma voluntaria, llegó ayer hasta el cuartel del Regimiento de Infantería Nº 12 Sangra, para cumplir con el Servicio Militar y convertirse en soldados del Ejército de Chile.

La ceremonia de recepción del nuevo contingente, compuesto por 387 varones y 68 mujeres, fue encabezada por el comandante de la unidad coronel Claudio Weber y contó con la presencia de familiares de los nuevos soldados, a quienes el oficial les explicó el detalle de la nueva etapa que iniciaron con el apoyo de sus instructores.

"Hoy hicimos un compromiso con sus padres para que los jóvenes sean felices en su Servicio Militar, se cumplan sus proyecciones y puedan nivelar sus estudios. Nos vamos a esforzar para abrir sus expectativas de vida y si lo desean puedan continuar en el Ejército, ya sea como soldados profesionales o ingresando a la Escuela de Suboficiales o a la Escuela Militar", dijo el coronel Weber.

En la ocasión un sacerdote católico entregó su bendición a los recién llegados al cuartel, mientras que el pastor evangélico y suboficial en retiro, Héctor Fabio -quien hasta el año pasado se desempeñó en el Regimiento Sangra- se dirigió a los jóvenes.

"Llegaste a la última escuela de los valores de nuestro país. Aquí vas a aprender de lealtad, abnegación y patriotismo. Un viejo soldado como el que te habla, y que ingresó al Ejército a los 16 años y salió a los 50, te dice que tus instructores y oficiales sólo quieren lo mejor para ti, para convertirte en un hombre de bien", sostuvo, tras lo cual elevó una plegaria.

Una vez finalizadas las palabras de bienvenida, se vivió el momento más emotivo de la jornada, cuando los familiares se despidieron de los nuevos reclutas. El toque de clarín dio paso al último abrazo con que padres, madres, hermanos y hasta pololas, dijeron adiós a los futuros soldados.

"Vengo de Llanquihue a dejar a mi hijo con confianza al regimiento, porque mi hijo mayor también estuvo acá y pudo terminar sus estudios. Ojalá pudiera quedarse dentro del Ejército, hay que esperar que le vaya bien", indicó Margot Vera.

Otro de los padres que llegó hasta el cuartel de la Ruta 5 fue Ignacio Guinao. "Es muy emotivo venir a dejar un hijo acá, es una emoción muy fuerte. Yo no hice el Servicio Militar, pero se que está en buenas manos y que va a dejar de ser un niño para convertirse en un hombre", dijo.

Múltiples beneficios

Una vez que concluyó la ceremonia de recepción, se inició de inmediato la vida militar de los 455 jóvenes que ya forman parte del nuevo Batallón de Combate del Sangra, el que está compuesto por compañías de Morteros, Fusileros, Plana Mayor y Logística.

"Durante este primer mes van a recibir su formación básica como soldados, sin salir del cuartel; por ello, van a recibir visitas de sus familiares siendo la primera de ellas el domingo 12 de abril. En cuanto a los beneficios, podrán nivelar sus estudios de enseñanza media, recibir cursos de capacitación, cobertura de salud y puntaje para el subsidio habitacional ", explicó el coronel Weber.

En sus respectivas compañías tomaron su primer contacto con sus oficiales e instructores, reconocieron las dependencias en las que desarrollarán su vida este año 2015, recibieron su vestuario y equipo, para luego vivir su primer almuerzo en el cuartel.

"El rancho de hoy, para todo el personal del regimiento, es una sopa de caracol, arroz graneado con ragú de cerdo, una manzana de postre, jugo de piña y un pan de 50 gramos", explicó el suboficial José Agüero, quien estaba a cargo de la cocina de la unidad militar.

El almuerzo se sirvió en un remodelado "rancho de tropa", donde las raciones son entregadas en una moderna línea de distribución, la que se asemeja a los casinos de las grandes empresas siguiendo el modelo de los modernos ejércitos de Europa y Estados Unidos.

"A la hora de almuerzo se reúnen en este espacio oficiales, instructores y soldados. Esta medida obedece a una política institucional que busca reforzar el liderazgo y generar espíritu de cuerpo, junto con optimizar los recursos humanos y logísticos", explicó el coronel Weber.

Formación militar

El comandante del Batallón de Combate, teniente coronel Marcelo Henríquez, explicó a El Llanquihue que en estos días los 455 soldados van a vivir un período de adaptación.

"Se les corta el pelo, reciben su equipo y se les realiza una charla introductoria en la que se les explica en qué consiste el Servicio Militar. Luego comienza la instrucción de adoctrinamiento básico, donde aprenden el comportamiento propio de un soldado dentro de un cuartel, lo que toma dos semanas", detalló.

Tras ello, el oficial explicó que comienzan las salidas a terreno, para iniciar la preparación de los jóvenes como combatientes.

"En esta etapa vemos aspectos un poco más complejos como las lecciones de tiro, orientación terrestre, mimetismo, supervivencia, marchas, entre otros aspectos. De una manera secuencial y progresiva vamos a ir introduciéndolos en los conocimientos necesarios para formarlos como combatientes individuales. Eso es lo que está planificado para este primer mes, tras lo cual tendrán su primera salida de franco", dijo el comandante del batallón.

En cuanto a las opciones académicas que ofrece el Ejército a quienes realizan el Servicio Militar, el teniente coronel Henríquez precisó que cerca del 60% de los soldados acuartelados este año 2015 van a nivelar sus estudios al interior del Regimiento Sangra, realizando primero y segundo medio, o tercero y cuarto medio en la modalidad de dos años en uno.

Compañía de chilotes

Una de las novedades que este año tiene el Regimiento Sangra, es que por iniciativa del comandante del Batallón de Combate, una de sus compañías estará conformada exclusivamente por jóvenes provenientes de distintas comunas del Archipiélago de Chiloé.

"Del total de soldados que llegaron este año, 74 vienen de Chiloé, y nos dimos cuenta que era un número suficiente para conformar la compañía de Morteros de nuestro batallón. En otras palabras, la compañía de Morteros será una compañía de chilotes. Esto tiene efectos muy positivos, ya que además del espíritu de cuerpo que se les inculca, tienen vínculos ya formados al venir de la misma zona y comparten una cultura común", sostuvo el teniente coronel Henríquez.

El oficial, incluso, agregó que el reunir a los hijos de la isla grande en una sola unidad fundamental, también tiene ventajas prácticas.

"Es más fácil en materia de permisos y para que puedan viajar a sus casas. Además, nos permite generar un sano espíritu de competencia con las otras compañías", dijo.