Hacer un poco de "trampa" en la dieta puede ayudar a bajar de peso
salud
Para muchas personas bajar los kilos ganados en las vacaciones puede llegar a ser un desafío difícil de superar. Sobre todo si se necesita seguir una dieta estricta para lograr perder peso.
Pero expertos en nutrición han llegado a un acuerdo con respecto a las licencias que se puede permitir una persona cuando quiere bajar de peso: se puede e incluso es beneficioso hacer un poco de "trampa" al hacer un régimen.
Pero no es cualquier tipo de trampa, hay una buena forma de salirse de la dieta, que incluso ayudaría a perder más peso, y otra que es perjudicial.
Un artículo publicado por la versión digital de la revista especializada Medical Daily, entregó las claves que recomiendan los expertos para salirse de la dieta y darse un gusto y continuar en la tarea de bajar de peso.
Para esto es necesario primero tener claro que se trata de una comida "trampa", no de un día entero saliéndose de la dieta. La trampa debe ser la excepción, no la regla.
Los expertos han llegado a una proporción como regla para salirse de la dieta, lo ideal es que sea 90/10, es decir, el 90% de los alimentos que se consuman deben ser saludables y el 10% restante puede ser trampa.
Así, los expertos ejemplifican así: si una dieta se compone por cinco comidas diarias, eso implica un total de 35 comidas a la semana. Siguiendo la regla del 90/10 eso se traduce en tres a cuatro comidas que permiten salirse de la dieta en una semana.
"Los días de trampa sirven para un par de propósitos. Primero, es importante aclarar que un día de trampa es más exitoso cuando se destina una sola comida a la trampa. Si se permite que todo su trabajo duro se desordene por un día entero, podría perder todo el progreso que ha estado haciendo durante toda la semana, especialmente si la meta es bajar de peso", explicó al Medical Daily Jillian Guinta, profesora en el departamento de Salud y Educación Física de la Universidad Seton Hall.
La razón por la que las personas debieran permitirse saltarse en una comida la dieta, no es solamente por el impulso de comer algo rico. Sicológicamente hacer trampa ayuda a las personas a sentir que la dieta es factible.
Destinar un día de la semana a la trampa ayuda mentalmente, porque se siente menos exigente que estar los siete días de la semana comiendo sólo alimentos saludables.
"Hay un componente sicológico en el día de trampa. Sin recompensas, se puede transformar en algo de poca importancia mantener un estilo de vida saludable día a día. A menudo toma varias semanas ver un cambio en la pesa, por lo que saber que viene un día de trampa puede ayudar a mantener la motivación", explicó Guinta.
Pero no solamente tiene una razón sicológica, sino también una biológica. Esta está relacionada a la leptina, una proteína que se produce en el tejido graso y que ayuda a regular el peso y la masa de grasa impactando el apetito y el balance de energía del organismo.
Seguir una dieta constantemente en con el tiempo provocará un déficit calórico, lo que a su vez genera que los niveles de energía a desciendan. Por esto, una dosis de comida calórica aportará energía al cuerpo para lograr mantener la dieta.
Pero a pesar de que el objetivo de una comida trampa es saciar el deseo por alimentos calóricos, esto se debe hacer con moderación. Como es necesario consumir proteínas, carbohidratos y grasa, hay que ver el alimento tramposo como el consumo de uno de esos tres grupos alimenticios. Los expertos además recomiendan comer alimentos calóricos después de hacer ejercicio.
Guinta además recomienda variar en el consumo calórico por día. Así, ejemplifica, si se consumen 1.400 calorías por cuatro días consecutivos, aconseja adicionar entre 200 y 300 por los tres días siguientes. "Ocasionalmente aumentar el consumo de calorías, anima al cuerpo a quemar calorías más rápidamente en vez de permitir que se adapte completamente al estilo de vida bajo en calorías", explicó.
El desayuno es tan importante que saltárselo provoca subir de peso. Eso advirtió Carolina Muro, directora de la Unidad de Nutrición de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas a ABC. Quien se salta el desayuno tiene "hambre en las siguientes horas del día, elige peor los alimentos, tiene malos hábitos alimentarios, y además el cuerpo se defiende de ese ayuno tan prolongado activando enzimas o mecanismos de acumulación de grasa como si hubiera una alarma", explicó la experta.
90%
de los alimentos durante una dieta debieran ser saludables y el 10% restante pueden ser más calóricos, según expertos.
3
a cuatro de las 35 comidas que debiera consumir una persona en una semana, podrían ser de "trampa".