Durante un año y medio Luis Ojeda soportó fuertes dolores a la espalda. De una molestia constante, pasó a verse impedido de realizar su rutina. "De 15 días de dolor intenso, en 11 iba a Urgencias del hospital, donde me inyectaban morfina", reconoció este trabajador.
Esto comenzó a terminar cuando un escáner detectó que el motivo era un cálculo renal. En noviembre de 2014 pasó a lista de espera para ser intervenido, a través de la compra de servicios a una clínica.
En febrero llegó el fin de su calvario, cuando le comunicaron que sería operado. "Ahora estoy espectacular. A uno no le intervienen prácticamente nada en el cuerpo. Esta máquina ubica el cálculo y lo pulveriza. Es impecable. Hay cero intervención, no hay herida. No es invasivo. Ahora me siento libre otra vez y puedo volver a hacer mi vida normal", destacó.
Luis Ojeda habla del litotriptor extracorpóreo por ondas de choque, que fue incorporado por el Hospital "Eduardo Schütz" de Puerto Montt.
A través de esa tecnología, será posible realizar cirugías de cálculos renales de forma menos invasiva.
PRIMERO EN EL PAÍS
El hospital local se transformó en el primer establecimiento de salud en Chile en contar con este equipo y en el tercero en América del Sur, luego de Panamá y Ecuador.
"Contamos con toda la gama de soluciones mínimamente invasivas para tratar esta afección", aseguró el director del Hospital, doctor Carlos Bustamante.
A partir del año 2013 Urología comenzó a equiparse con avanzada tecnología de endourología y electrocirugía, que ha sumado un amplio espectro de opciones para realizar cirugías mínimamente invasivas, no sólo para cálculos sino que para la patología urológica en general", recalcó el jefe de Urología, doctor Miguel Lagos.
El profesional agregó que "hoy en día es muy raro realizar una intervención abierta para solucionar el problema de litiasis a un paciente".
La fortaleza de la litotripsia extracorpórea es tratar cálculos urinarios en forma ambulatoria, con mínimas molestias.
La intervención tiene una duración de entre 45 minutos y una hora. Se realiza en forma externa, sin invasión de cavidades. Luego del alta, el paciente elimina los fragmentos espontáneamente.
"El equipo adquirido por el hospital es muy versátil y permite combinar tecnologías para tratar cálculos más complejos, así como cálculos de diferente ubicación y tamaño, sin tener que modificar mayormente la posición del paciente, disminuyendo los riesgos anestésicos asociados a ello", resaltó el doctor Lagos.