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Agrollanquihue atento a

La Asociación de agricultores de la Provincia de Llanquihue, Agrollanquihue, ha estado preocupada de la producción de papas en nuestra zona. El presidente de esta organización, señor Mario Ernst Frene, se reunió con altos personeros de la Empresa de Comercio Agrícola, que llegaron para solucionar el problema.

la producción de papas

Fuerte temporal en

En un dramático encuentro en el Estadio Monumental, Deportes Puerto Montt se impuso por 3 goles contra 2 a la filial de Colo Colo. Los delfines, que lideran la Segunda División Profesional, terminaron con 10 jugadores el lance y llevan 2 puntos de ventaja. El próximo duelo será este fin de semana en Chinquihue ante Iberia.

el raid del lago

Delfines ganan a albos y

quedan cerca del ascenso

Dignidad para la "Silla del Presidente"

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Los puertomontinos, que solemos reiterar lo mucho que amamos a nuestros antepasados y proclamar un profundo amor a los patrimonios que recuerdan la gesta heroica de los orígenes locales, a veces también incurrimos en desapegos al pretérito y caemos en la incuria del descuido de aquellos pequeños grandes tesoros de esencial identidad emanada de esa admirable historia de esfuerzo, sacrificios y visión futurista.

Es lo que ha pasado con ese simple, pero tan significativo, antiguo tronco de alerce, denominado "La Silla del Presidente", según lo consigna el relato histórico desde los albores de nuestro terruño. Este precisa que el 18 de febrero de 1893 llegó a Puerto Montt en el vapor "Lautaro", el entonces Presidente de la República Jorge Montt Álvarez (1891-1896), quien al viajar por tierra hacia el norte, se detuvo frente al añoso madero que estaba a la vera del camino en la zona de Alerce y se sentó en éste para descansar por algunos instantes. Anecdótico suceso, que bastó para que popularmente el singular tronco fuera bautizado como "La Silla del Presidente". Con posterioridad, otras autoridades y personajes no sólo reposaron allí, sino que también se fotografiaron en el aquel entonces ya famoso lugar distintivo de este puerto.

Sin embargo, con el paso de los años, un manto de olvido fue cayendo sobre el simbólico lugar, que incluso fue cubriéndose por matorrales y arbustos, no obstante su ubicación a un costado de la ruta alercina. Algunas voces se alzaron -entre ellas la de El Llanquihue- reclamando por semejante actitud de desidia hacia sellos tradicionales como aquel. Se sugería, al mismo tiempo, conferirle el carácter de monolito o algo similar, debidamente resguardado, de acuerdo a su histórica importancia.

Eso ya es pasado. Lo importante es que, afortunadamente, por estos días, se ha sido testigo de una suerte de operación rescate del vetusto tronco-silla presidencial, a través de las tareas de despeje del lugar circundante que se están realizando. Y ojalá, sobre todo, esta iniciativa esté inspirada en aportarle el ornato y dignidad que merece éste, que es otro de los pequeños grandes hitos de la pujante trayectoria de Puerto Montt, hoy flamante capital regional.

Reencantamiento docente en la industria

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En vacaciones los profesores pudimos olvidar el ajetreo académico: planificaciones, horarios, calendarios, actividades y todo tipo de ocupaciones del sistema escolar. Por su parte, la Enseñanza Técnico Profesional sigue trabajando, ya que jóvenes de distintos Liceos se hacen parte del mundo laboral, inician prácticas y continúan en las diversas organizaciones empresariales, otros en cambio deciden abrirse paso en la Educación Superior. Sin embargo, en plena etapa estival, cuando algunos ya descansaban y se preparaban para renovar energías, un grupo de docentes- profesionales de diversas áreas- realizaron una experiencia innovadora, gracias a que la empresa está siendo visionaria y comprende la importancia de esta alianza: Pasantía Docente. ONG Canales fue parte de esta iniciativa, que invita a los liceos y a las empresas a articular sus objetivos, con el fin de proporcionar herramientas a los profesionales que realizan docencia, así como también concientizar a las organizaciones a abrir sus puertas para quienes forman a nuestros futuros técnicos. Una semana en terreno, que actualiza contenidos y sitúa al profesor en la empresa, normalizando conceptos y adecuándolos, de acuerdo a lo que está pasando allá, fuera de las aulas. A veces el sistema educativo suele ensimismarse en sus metas, a fin de obtener los reconocimientos e índices estándares; no obstante, la inquietud debiera nacer de nosotros los profesores. Darnos un tiempo e invertirlo en las organizaciones; los directivos, por su parte, en período normal de clases también podrían dar este paso; no es la panacea, sólo una invitación motivadora a reconocer lo que ocurre en la industria: acuícola, agrícola, financiera y de servicios. Por su parte, la empresa tiene la responsabilidad de permitir esta intervención, proyectar sus necesidades a fin que las mallas curriculares sean atingentes con lo que está ocurriendo al interior de las salas de clases. En la actualidad, la nomenclatura y los procedimientos varían, de acuerdo a normas de calidad, higiene, alimentación, legislación laboral y tributaria, por ello un profesor debiera estar informado, actualizado e incorporado en las transformaciones del mercado, si él puede, sus estudiantes comprenderán aún más la necesidad de hacerlo.

La disyuntiva continúa, si efectivamente nuestros técnicos están ocupando empleos que se relacionan con sus estudios o si efectivamente las herramientas recibidas en el Liceo sirven en la industria de hoy.

Mariela Silva.