Director de Sernapesca denuncia agresión contra fiscalizadores de ese servicio
RECURSO. José Miguel Burgos acudió a la Corte de Apelaciones de Puerto Montt por incidente ocurrido en Calbuco, protagonizado por un armador artesanal.
Un recurso de amparo en contra de un armador artesanal de Calbuco, presentó el director nacional del Sernapesca, José Miguel Burgos, para "asegurar la debida protección" de un funcionario que fue agredido y amenazado por el acusado.
El libelo fue ingresado a las 14 horas de ayer en la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, en el que solicitan acciones para que ese funcionario disponga de "la libertad mínima suficiente para desenvolverse y no actuar de manera condicionada por las acciones y dichos del recurrido, asegurando la debida protección del afectado".
Al abandonar ese tribunal, el director del Sernapesca explicó que éste es el cuarto acto de violencia que sufren funcionarios de esa entidad en el desempeño de sus labores fiscalizadoras.
Burgos dijo que la agresión se produjo durante un control rutinario de permisos de pesca en el muelle de Calbuco.
Destacó que recientemente una joven funcionaria fue objeto de agresiones físicas y verbales; y que hasta el jefe de la Oficina Calbuco "fue lanzado al agua".
Agregó que otros funcionarios han sido "amenazados en su integridad física", a través de llamados telefónicos.
Por ello es que además de ese recurso, presentaron una denuncia por amenazas y agresión ante la Fiscalía Local de Calbuco.
José Miguel Burgos especificó que son tres las personas que han agredido a funcionarios de ese servicio. Dos de ellos de Calbuco y uno de Puerto Montt.
Por eso es que han tenido reuniones con el Ministerio de Defensa y con la Dirección de Territorio Marítimo y Marina Mercante, que dispusieron de un mayor apoyo a la tarea de los fiscalizadores, que se suma a los resguardos habituales que ofrece la Armada.
Para el director de Sernapesca, se trata de hechos aislados y que representan el accionar individual de un actor de la pesca artesanal, "con la que estamos trabajando muy de cerca. Tenemos una cordial relación en un montón de proyectos. La relación con ellos es extremadamente buena y no se trata de un problema con el sector, sino con particulares que se han pasado de la raya".
EFECTOS SICOLÓGICOS
En el escrito ingresado al tribunal de alzada, se argumenta que lo acontecido constituye "una amenaza al derecho a la vida y a la integridad física y síquica del funcionario". Tales amenazas, se fundamenta, "han generado un profundo temor de que sean llevadas a cabo y con ello (el funcionario) se transforme en víctima de un grave daño sicológico de sentirse intimidado y perseguido por el recurrido, además de no poder desempeñar con normalidad las funciones ordinarias de su trabajo".