Secciones

Sólo la generosidad empresarial salvaría a la Cruz de Tenglo

eMBLEMA. Para la reparación del emblemático lugar, considerando la cruz y la capilla, se estima un costo de $30 millones. El Arzobispado aún tramita la solución con privados, mientras la Armada espera colaborar, estando los recursos.

E-mail Compartir

El sector de la cruz y el Santuario de Isla Tenglo es, sin duda, uno de los lugares más llamativos de la comuna de Puerto Montt. De hecho, es una de las primeras postales que logran visualizar quienes entran por primera vez a la ciudad, bajando por la avenida Salvador Allende hacia el centro.

De lejos, pareciera ser un lugar maravilloso, de una panorámica única; incluso, se llega a pensar que la cruz es blanca en su totalidad, y que el pequeño santuario que se ve debajo, debiese ser una atracción turística. Pero la realidad está demasiado lejos de aquella afirmación.

En la actualidad, quienes cruzan hacia Isla Tenglo con la esperanza de ver un gran lugar turístico, pagando sólo $400, lo primero encuentran es un camino de tierra algo complejo para subir, especialmente para niños, personas con problemas de movilidad o ciudadanos de la tercera edad.

Además, no bien está señalizado, si no se pregunta al entrar a la Isla, no hay manera de saber cómo llegar.

Después de subir y esperar buscar el mejor lugar para la fotografía del recuerdo, lo que aparece no es muy alentador, especialmente dentro de la visión del turista: basura, latas y botellas por doquier, y una cruz, que de lejos se veía bien, de cerca está toda oxidada y mal cuidada; la capilla debajo, rayada en totalidad, además de estar cercada. Al lado, se encuentra una antena de la Armada. Y el resto, que se piensa podría resultar en un buen mirador, o existir algún tipo de infraestructura distintiva, nada. ¿Seguridad? Menos.

El Arzobispado, mayor responsable de la instalación que data de 1983, ha estimado un costo aproximado de $30 millones para poder resolver el problema de imagen del sitio y vigilancia. Actualmente, se encuentran resolviendo el tema junto al aporte de empresas privadas, y aportes de la comunidad, logrando reunir un porcentaje que aún no se acerca a la meta. La Armada, por su parte, pretende colaborar con el capital humano necesario, para abaratar los costos y cumplir con un compromiso con la iglesia.

eSpera

"Efectivamente, tenemos un compromiso con el Arzobispado, quienes están trabajando con empresarios de la zona, con el fin de tramitar recursos para la reparación del sector. Cuando tengan aquel tema resuelto, nosotros aportaremos con el capital humano para realizar los arreglos correspondientes, con la finalidad de generar un vuelco positivo en la imagen del sector. La idea, en términos navales, sería "amantillar" la cruz y hacer lo mismo que en los buques, 'rascar', 'picar' y 'pintar', para dejarla en óptimas condiciones. También sería bueno hacer algo más, apoyar en que el terreno sea un lugar más vistoso; pero lo primero es poder cambiarle la cara al sector, paso a paso", aseguró el jefe del Estado Mayor de la Quinta Zona Naval, capitán de Navío Germán Toledo.

pREOCUPACIÓN

Para el alcalde Gervoy Paredes, el estado de lugar tampoco es el ideal, por lo que espera que, por el bien del turismo y cuidado ambiental de la comuna, la situación pueda tener un buen desenlace en manos de la gestión del Arzobispado.

"En gran parte, el desarrollo turístico de Puerto Montt dependerá de la capacidad que tengamos de hermosear y cuidar nuestros bellos paisajes, y uno de ellos claramente se da en el caso del sector en altura en donde está la Cruz de Tenglo, que es un lugar tradicional que se aprecia desde varios puntos de la ciudad. Ojalá que el Arzobispado pueda, con el apoyo de empresas privadas, restaurarla y contribuir a consolidar el potencial turístico de la Isla", señaló el edil.

Apoyo

Para quienes quieran participar en la cooperación de una restauración más expedita para este ícono local que se apronta a cumplir 33 años, se puede aportar donando a nombre de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que sufre (AIS), cuenta del Banco Santander N° 200-3, RUT 73.537.400-1; asimismo, se acepta cualquier cooperación a la cuenta del Arzobispado y en sus dependencias.

1983

fue el año en que la cruz se instauró. El sector que la rodea ofrece una vista única de la ciudad y alrededores.

8

años han pasado desde la última reparación, y más de 8 meses en los que la cruz no tiene luz.