Científicos españoles encuentran material alternativo a celulosa
Ciencia
Un grupo de investigadores españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) aseguran haber encontrado un material alternativo a la celulosa producido por bacterias del suelo, que podría tener importantes aplicaciones en los sectores químico, sanitario y alimentario.
El estudio, en el que participaron científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad de Sevilla, detalla la producción de este nuevo tipo de polisacárido en bacterias, que comparte propiedades con otros de interés industrial, como la celulosa y el curdlan.
El curdlan es un biopolímero producido por bacterias y, dependiendo de su producción, es capaz de formar geles con diferentes características.
Sin embargo, y según explican los investigadores en un comunicado de la UAM, el material recientemente hallado es producido de manera natural por bacterias del suelo beneficiosas para las plantas.
El estudio fue publicado en la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences), donde se describe la estructura novedosa de este biopolímero y los mecanismos bioquímicos que regulan su producción.
Además, la investigación aporta datos sobre el papel que puede jugar este material en las relaciones que establecen las bacterias productoras con las plantas.
Los investigadores añadieron que el nuevo polisacárido presenta una estructura mixta entre la celulosa y el curdlan, y que presenta propiedades de ambos aunque también tiene algunas características propias que permitirán que el material se use con nuevos usos y aplicaciones biotecnológicas.
Los autores del trabajo indican que ya existen productos fabricados con celulosa bacteriana que son usados como piel artificial para el tratamiento de heridas y quemaduras, y que se están investigando la posibilidad de crear, entre otros, vasos sanguíneos artificiales.
Nuevo material
Los investigadores sostienen que el material descubierto comparte propiedades con otros de interés industrial, como la celulosa y el curdlan.
Posibles usos
El equipo investiga la posibilidad de crear vasos sanguíneos artificiales. La celulosa bacteriana también se emplea para fabricar piel artificial.