Carolina de Moras llega tranquila y con nostalgia a asumir el mando de Viña 2015
Festival. La animadora arribó el martes en la noche para cumplir con sus compromisos tras la muerte de su abuela. Con Rafael Araneda habla sobre los desafíos para este año.
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El lunes Carolina de Moras venía manejando su auto rumbo a Viña del Mar cuando a la altura de Curacaví recibió un llamado. Este le anunciaba que su abuela paterna había fallecido, por lo que inmediatamente inició el viaje de regreso atrasando su arribo a la Ciudad Jardín.
En entrevista con este Diario, la animadora de Viña 2015 asegura que "claramente hay una penita, una nostalgia más que nada, porque hay que agradecer que fueron 100 años", comentando que fue recién en enero pasado cuando su abuela cumplió el siglo, y estuvo rodeada por toda su familia. "Nos sentimos no solamente orgullosos de ella, de su sabiduría, de todo lo que nos entregó, sino de cómo cumplió 100 años", detalló.
El rostro de CHV, quien llegó el martes en la noche a la región, considera que "la nostalgia y la penita va más allá de que se cierre un ciclo. Ella era la madre de mi padre, por ende era lo que me quedaba de él; y está esa sensación, esa apreciación de que se acaba una historia, de que se cierra una familia". "Uno se emociona porque se fue, se fue parte de mi historia y parte de mi ser también", agrega.
Sin embargo, De Moras no está hundida en la depresión porque sabe que su abuela vivió todo lo que tenía que vivir y se fue en paz. "Estoy contenta por ella, porque descansa también", manifiesta.
Puras alabanzas
Esta presencia de ánimo es uno de los aspectos que destaca su compañero de labores Rafael Araneda. "Tiene una personalidad que irradia energía, buena onda, y eso contagia", comenta. Pero no es la única, según dice, ya que también alaba el hecho de que se pueda trabar con ella "en equipo", sobre todo porque genera "confianzas, lealtades y energías positivas. Eso se agradece, y en ese sentido es súper fácil trabajar con ella".
-¿Defectos?
"No tengo ningún reparo. La verdad es que sería mentira, como buscarle la quinta pata al gato... tal vez después de Festival esta percepción cambie.
La desventaja... ¿puedo decirlo o no? Que no puedo ponerme tacos tan altos.
La exmodelo, por otra parte, también sólo ve beneficios a la hora de compartir el escenario con el conductor: "Una de las grandes ventajas en mi caso es su experiencia; y otra gran ventaja -que creo que es igual a su experiencia- es lo generoso que es". "Rafa no tiene ningún problema en poner todas sus lecturas e intenciones sobre la mesa, mostrártelas y entregártelas. No es un tipo que se anda guardando alguna cosa para él poder potenciarse", detalla.
-¿Ayuda que sean amigos sobre el escenario?
Creo que siempre ayuda… Escuchaba justo ayer un programa de televisión, y lo conversábamos con el Rafa, no porque uno trabaje con alguien, con un equipo, tienen que ser todos íntimos amigos. Creo que la amistad se dio porque empatizamos muy bien con muchas cosas, quizás tenemos los mismos códigos, o nos desarrollamos en la vida con cosas parecidas, por ende se dio la amistad. Pero laboralmente nosotros nos respetamos mucho. Yo respeto y admiro mucho a Rafael, se lo he dicho y no tengo reparos en decírselo mirándolo a la cara por supuesto; y me siento muy cómoda con él. Entonces la amistad vino también un poco a alimentar este trabajo también que estamos haciendo como pareja, y nació.
Y podría no haberse dado, e igual sobre el escenario, en la pega podríamos habernos llevado perfectamente bien. En ese sentido, los dos somos profesionales, somos grandes, también uno podría tener otro tipo de lazos, y no pasa nada tampoco, ni es obligación ni un defecto, no es ni cuestionable. Pero acá se dio, y se ha dado naturalmente como dice la Carola, y para mí es un placer eso porque es rico, es bueno, positivo, no le veo mayor cuestionamiento.
Mismos nervios
Si bien ambos ya tienen experiencia en la Quinta Vergara -Rafael Araneda cumple este 2015 su quinta vez, y Carolina de Moras la segunda consecutiva-, ambos reconocen que los nervios siguen igual que siempre. "Esto es un desafío para todos. Somos parte de un engranaje gigante, donde cada pieza tiene un rol importante y cuando todas esas piezas funcionan al mismo tiempo, existe lo que se llama coordinación y en ese sentido nosotros detonamos las sincronizaciones del resto, entonces hay que estar muy atentos", detalla el animador.
Incluso, ambos aseguran que ni siquiera les complicó el hecho de estar lejos durante medio año el 2014 -ya que Araneda se fue a vivir seis meses a Miami-. "La tecnología ayuda mucho", dice la exmodelo.
"Para mí fue igual", dice Araneda, ya que "la verdad es que en años anteriores nosotros todo lo hacíamos durante el mes de enero, y yo llegué los primeros días. La única dificultad que tuve es que tuve una gripe dantesca apenas llegué. Me tiró para abajo, pero nada más. El resto... nos juntamos en Estados Unidos, estuvimos en Miami y Las Vegas, y se hizo todo lo que se tenía que hacer y se había hecho en años anteriores".
La animadora, por su parte, manifiesta que "el trabajo funciona muy bien con el equipo porque ya viene con un experiencia de cuatro años anteriores, lo que marca una pauta de cómo trabajar. Como es mi segundo año, ya vengo entendiendo un poco de que se trata. El año pasado venía totalmente a lo desconocido, era venir saltar a un abismo y con menos tiempo de preparación. Pero como que siento que trabajemos harto y este año, por lo menos mi percepción, es que el trabajo fue totalmente con otra visión y otra mirada, porque ya entendía muchas cosas".
Tras su visita a Valparaíso, los animadores de Viña 2015 fueron a almorzar con parte del equipo. Para mañana tienen programada la conferencia oficial, y en la tarde un partido de tenis donde se enfrentarán con Horacio de la Peña y Nicolás Massú.