Consumimos más de lo que la tierra produce
La humanidad consume actualmente un 25% más de los recursos que la naturaleza produce anualmente y a este ritmo, en 2050, el consumo superará en un 50% la producción de la Tierra.
Esta es una de las conclusiones del estudio sobre el estado del planeta que presentó el Fondo Mundial para la Naturaleza que dicha organización internacional realiza cada dos años. En Estados Unidos, la huella ecológica es de 9,6 hectáreas por persona; 5,6 en el Reino Unido, y 0,8 en India.
La media de los 144 países analizados es de 2,2 hectáreas por persona, aunque el planeta sólo puede ofrecer 1,8 hectáreas de producción de recursos y de renovación de residuos por persona; es decir, la tierra necesita un año y tres meses para producir lo que consume al año la humanidad.
La gravedad de consumir mucho más de lo que el planeta produce nos induce a pensar que si no ponemos reparos al consumismo exagerado y no cuidamos nuestro entorno dedicado a la agricultura, para producir los alimentos que nuestro organismo necesita para mantenerse activo y saludable, las futuras generaciones van a sufrir las consecuencias de escasez de productos naturales y va a existir hambruna. Lo que traerá consigo un desasosiego social de incalculables proporciones y para que ello no suceda debemos cambiar rápidamente nuestros hábitos alimentarios y no solamente pensando en nosotros mismos, sino en la supervivencia de la humanidad entera.
El informe destaca que es especialmente insostenible el consumo de combustibles fósiles como el petróleo, gas y carbón, que en nuestro país son productos esenciales para la vida diaria y los cuales son usados para la movilización y el transporte, para el funcionamiento de la industria, calefacción de los hogares y para producir electricidad.
El informe da a conocer que las especies terrestres han disminuido un 31% entre 1970 y 2003; las especies marinas un 27% y las especies de agua dulce, un 28% en el mismo período.
Con este análisis tan realista, se puede hacer una proyección científica y real de nuestro presente alimentario y su proyección futurista catastrófica que debe preocuparnos como país, a lo cual los encargados de manejar las políticas económicas deben poner énfasis y regular la factibilidad de producir los alimentos que el país requiere y también para los que dependen de nuestros productos de exportación.
Hugo Pérez White.