Hace ya un largo tiempo que los habitantes de Avenida España se encuentran afrontando las postergaciones, que suelen surgir de los desequilibrios propios de la marcha progresista de las ciudades de estratégica importancia como Puerto Montt. Los vecinos de ese céntrico e histórico sector de la capital regional vienen clamando desde hace mucho la pavimentación de la vía que atraviesa el lugar, entre otras mejoras relacionadas con el aseo de esa área y, ahora, la imperiosa necesidad de que se erradique la mala costumbre estacionarse indebidamente en toda la extensión de la avenida, como igualmente impedir la ruidosa incursión nocturna de los espectáculos circenses. Los pobladores subrayan que ya no pueden soportar más los embates de haberse convertido el lugar en el patio trasero de una gran ciudad en plena modernización, ni menos pueden vivir de las promesas de la autoridad respectiva, que nada significan en el sacrificado quehacer de cada día mientras no lleguen a concretarse.

La consciente intención municipal es solucionar esos problemas, pero -se sabe- nada pueden hacer por ello mientras no esté completamente aprobado el nuevo Plan Regulador de Puerto Montt, en este caso en lo referente a los pasos correspondientes en el Consejo Regional y en el Ministerio de Vivienda. Una expresión más de la reprochada y anestesiante burocracia que todo lo dilata más de la cuenta y transforma en la más dura carga que el crecimiento y desarrollo deben aguantar y superar.

Es oportuno, asimismo, -tratándose de los cambios y avances que este señero sector de Puerto Montt requiere-, procurar también recuperarle el nombre original y verdadero de la avenida en cuestión, que es "Rosselot", en homenaje imperecedero al ingeniero Pedro Antonio Rosselot Frías, cuya empresa construyó el tendido de la línea férrea, entre Osorno y Puerto Montt, que fue terminado el 15 de octubre de 1911, para inaugurarse el servicio de pasajeros el 28 de julio de 1912, en esa misma área que hoy padece los rigores del atraso y estancamiento.

Puerto Montt, sin duda, merece justicia integral con los grandes patrimonios que lo identifican.

En el marco de la Estrategia Regional de Desarrollo el Turismo Sustentable ocupa un lugar central, concebido como una de las industrias regionales de mayor proyección en el tiempo futuro.

Cada una de las provincias ofrece, para el logro de este objetivo regional, un conjunto de atractivos naturales dentro de los cuales destacan las reservas mundiales de la biósfera, las áreas silvestres protegidas y el bosque nativo y lluvioso siempre verde tan característico de nuestra región, elementos altamente valorado por los turistas nacionales e internacionales que visitan la zona.

Para el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet no existe justificación válida alguna para la destrucción de nuestros bosques nativos, por lo que resulta especialmente llamativo lo sucedido este año en la Provincia de Palena, en donde a la fecha son cerca de 800 las hectáreas destruidas por el fuego, siendo recurrentes los comentarios y antecedentes que dan cuenta de intencionalidad en el origen del fuego fundada en la necesidad de realizar quemas para el despeje de terrenos productivos, lo cual está prohibido por ley, o bien para generar condiciones óptimas para la aparición del hongo morchela de alto precio en el mercado nacional e internacional, lo cual nos parece suficiente motivo para iniciar acciones legales tendientes a la investigación a fondo de estos siniestros, al tiempo de perseguir y reprimir con el máximo rigor de la ley a quienes resulten ser responsables de estos hechos que no sólo afectan el patrimonio ambiental regional, sino que también muchas veces ponen en riesgo la vida de quienes viven en las poblaciones aledañas.

La conservación de nuestros bosques nativos debe ser una prioridad en el marco de las políticas regionales de gestión de riesgo y productividad, velando por el adecuado manejo y protección tanto de aquellos recursos que se encuentran dentro de las áreas protegidas como Parques Nacionales y Reservas como también de aquellos bosques que están en manos de privados.

Ello exige decisiones claras tendientes a fortalecer la institucionalidad pública encargada de las tareas de fiscalización, así como también acciones de prevención en el ámbito educativo y ciudadano a través de un involucramiento activo para evitar daños al patrimonio forestal como los que se hacen evidentes a propósito de los incendios forestales en esta época del año, o la tala indiscriminada y permanente a propósito de la industria de la leña.

Nofal Abud Maeztu.