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El roedor más grande del mundo tenía la mordedura de un tigre

fauna. Científicos estudiaron cráneo hallado en Uruguay.
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mgonzalezt@mediosregionales.cl

El "Josephoartigasia monesi", el mayor roedor conocido y que vivió hace tres millones de años, tenía una mandíbula con dientes frontales muy largos y la fuerza de la de un tigre; tenía el tamaño de un búfalo y pesaba alrededor de una tonelada, según reveló un estudio divulgado ayer en el Reino Unido.

Un equipo de investigadores británicos y uruguayos analizó las características de un cráneo del animal descubierto en Uruguay en 2007 y, mediante simulaciones de computador, estableció en 1.400 Newton la fuerza de su mordida.

El análisis, publicado en la revista Journal of Anatomy, sugiere que seguramente el roedor utilizaba esos dientes de 30 centímetros no solo para comer, sino también para desenterrar alimentos o defenderse, al igual que hacen los elefantes.

Los modelos informáticos del "Josephoartigasia monesi", que se cree que vivió en el plioceno (última época del periodo terciario) en lo que hoy es Uruguay, confirman que este pariente del conejillo de indias y el pacarana tenía el tamaño de un búfalo y pesaba en torno a una tonelada.

Según el estudio difundido ayer, aunque la fuerza del mordisco del animal era equivalente a la de un tigre, sus largos incisivos podían soportar presiones tres veces más grandes.

En la época en que vivió en Sudamérica, entre dos y cuatro millones de años atrás, proliferaban los mamíferos de gran tamaño, como los primeros mamuts. Para analizar cómo funcionaba la mandíbula del mayor roedor conocido, los científicos hicieron un escáner del cráneo incompleto encontrado en Uruguay y lo reconstruyeron informáticamente. Después midieron la fuerza de la mandíbula con un programa que evalúa las presiones y estiramientos en objetos complejos. "Llegamos a la conclusión de que el 'Josephoartigasia monesi' debió utilizar sus incisivos para otras actividades además de para morder, como excavar para buscar alimentos o para defenderse de los depredadores", declaró el director del estudio, Philip Cox, anatomista.