Devoción mariana desde Carelmapu
Uno de los acontecimientos religiosos más populares y tradicionales de nuestro sur -que motiva una profunda devoción a la Santísima Virgen María- es sin duda la Fiesta de la Candelaria, que cada 2 de febrero se conmemora en la localidad pesquera de Carelmapu, ante una impresionante multitudinaria concentración de devotos marianos provenientes de diversos lugares de la Región de Los Lagos, al igual que turistas visitantes.
Los festejos, sin embargo, comienzan la noche del 1 de febrero con la típica procesión marítima nocturna, que es la característica más llamativa de la celebración. Decenas de embarcaciones de distinto calado -venidas principalmente del archipiélago de Chiloé- recalan en la rada carelmapina y junto a los buzos residentes pasean por el mar la efigie de Virgen de la Candelaria, mientras desde las riberas cercanas el pueblo cristiano enarbola cientos de resplandecientes antorchas en testimonio de respeto y cariño hacia la Virgen María. Y al otro día, el 2, el encuentro es presidido por el Arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro, para concluir, al cabo de varias misas, con la peregrinación final.
Esta veneración mariana se remonta a los tiempos en que los conquistadores españoles trajeron a Chile (a inicios del siglo XVII) la sagrada imagen de la Candelaria y desde cuando, estando en Osorno, debieron huir de los ataques indígenas hacia más al sur, refugiándose en la costa de Carelmapu, donde guardaron la imagen.
Así surgió, también, la iglesia donde se ha preservado la efigie de la Virgen de la Candelaria por tantos años. El mismo templo que lleva su nombre y que en la actualidad se encuentra en proceso de restauración, luego de sufrir los embates del paso del tiempo y la acción de la inestabilidad atmosférica. Se estima que este año 2015 será testigo del definitivo renacer de este recinto, gracias al apoyo brindado por el Programa de Puesta en Valor del Patrimonio de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, en conjunto con el Gobierno Regional y la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.
Con esa esperanza, la feligresía tributa hoy su cariño y devoción a la Santísima Virgen María. Anhelante de que pronto vuelva a su templo junto al mar.