La Reforma Laboral que Chile necesita
Desde que el gobierno presentó el proyecto de ley de Reforma Laboral, hemos escuchado cómo la derecha, y algunos sectores del empresariado, han criticado la iniciativa, diciendo que se trata de una reforma sindical, más que laboral. Crítica pedestre e infundada, que no puede estar más alejada de la realidad, pues lo que busca este proyecto es cambiar el paradigma de conflicto recurrente entre empleadores y trabajadores.
Tenemos la oportunidad de cambiar la visión de que no puede existir cooperación, es el momento de crear una legislación que evite la confrontación, generando condiciones e instrumentos para alcanzar acuerdos, pero con una cancha pareja. Queremos igualar la cancha entre empleadores y trabajadores, por lo cual es esencial fortalecer los derechos colectivos, para así garantizar y mejorar los derechos individuales. Para ello, fortalecer el rol de los sindicatos es el camino que los países con más justicia social han transitado, donde el diálogo permanente y la valoración de los representantes de los trabajadores es fundamental. Los dirigentes sindicales son parte de la empresa y trabajan por la empresa y no contra ella, pero siempre buscando mejoras para los trabajadores que puedan así aumentar su productividad y mejorar la distribución de utilidades de las empresas.
Este proyecto modifica el proceso de negociación colectiva y hace que el proceso pueda ser de verdad un instrumento que busca acuerdos para mejores condiciones laborales y remuneracionales. Para que esto sea exitoso, es necesario también un cambio de actitud del sector empresarial, que debe ver al sindicato como un elemento positivo para el crecimiento de la empresa.
La titularidad sindical termina con los grupos negociadores, que era una práctica antisindical solapada. Asimismo, el derecho a huelga efectiva, sin reemplazos, es otro paso importante que dar, garantizando los servicios mínimos para no perjudicar el medio ambiente, la salud, etc., pero es un derecho que no puede limitarse, como ya nos recomiendan todos los organismos internacionales. La experiencia mundial ha demostrado que a mayor sindicalización, la productividad y la relación respetuosa entre ambas partes mejora, porque el capital humano es lo más importante para una empresa. Tenemos la oportunidad histórica de cambiar el paradigma, lograrlo es tarea de todos, y en eso estamos enfocados.
Patricio Vallespín López. Diputado de la República.