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Un total de 70 niños y niñas, de entre 6 y 14 años, en situación de discapacidad y que asisten a la Teletón, e igual número de jóvenes voluntarios, de entre 17 y 29 años, dan vida esta semana (del 12 al 17 de enero) al programa Verano Solidario.

La iniciativa, cuyo objetivo es brindarle unas vaciones entretenidas a los menores que participan de la misma, se desarrolla gracias al Instituto Teletón de Puerto Montt y a la colaboración de empresas y organizaciones, encargadas de preparar actividades especiales en conjunto con los voluntarios.

Esta es la cuarta versión del programa e incluye la realización de talleres en dependencias de la Universidad de Los Lagos sede Guillermo Gallardo (ex colegio San Javier) de danza hip hop, cocina, biodanza, banda de guerra, taekwondo, moda entretenida y fotografía, entre otros, y un paseo a la playa Niklitschek, junto a los padres de los menores.

Acerca del impacto de este tipo de actividades en los niños, el jefe de Gestión de Voluntarido de Teletón, Richard Moreira, señaló que es una instancia que les permite a los chicos conocer amigos y desarrollar ciertas habilidades sociales.

"Se va logrando en ellos un trabajo con sus habilidades blandas, que es lo que más nos interesa a nosotros", indicó.

Gonzalo Castro es uno de los jóvenes que dedicará su tiempo para compartir con los niños y lo hace motivado en su calidad de estudiante de Medicina. "Ha sido una experiencia muy linda. He conocido chicos maravillosos que luchan día a día", expresó.

Por la misma opción optó Felipe Aros, estudiante de Derecho de la Universidad San Sebastián. "Con nosotros los niños pierden la percepción de que son discapacitados y más bien se comportan como un amigo más. En lo personal, me ha cambiado la visión sobre estos pequeños; ahora los veo como chicos normales", manifestó.

Denisse Muñoz, alumna de enfemería de la misma universidad, contó que ya lleva tres veranos Teletón, por lo que ha sido testigo del cambio experimentado por muchos niños que han pasado por el programa.

"En los primeros veranos no bailaban, no compartían y ahora uno los ve más grandes, y que les gusta participar de todas las actividades con mucho enstusiasmo", destacó.