Periódicamente, al menos, se reflotan los imperativos de reconquistar el transporte ferroviario, considerando la cada vez más necesaria reposición del tren al sur, dados los cada vez mayores y evidentes apremios de conectividad cotidianamente enfrentados en los planos intercomunal, provincial y regional.
Esta vez, la iniciativa -actualmente liderada por la Municipalidad con su alcalde al frente y el Centro para el Progreso de Puerto Montt- está disponiendo del clave respaldo parlamentario, con el propósito de comenzar a reactivar el ferrocarril impulsando, primero, el proyecto de un tren turístico suburbano de circulación interprovincial en la Región de Los Lagos. Propuesta que, siendo indudablemente útil en el medio local, no satisface el objetivo central y de siempre que es el restablecimiento definitivo de un tren moderno de pasajeros Santiago-Puerto Montt y estaciones intermedias. Meollo, por demás, de toda la gran cruzada que se intensificó hace un decenio con la recolección de más de 40 mil firmas de adherentes a esa cara aspiración. Un argumento más que valedero, que, sin embargo, no ha logrado gravitar como debiera, según los magros resultados hasta ahora alcanzados.
Es fundamental que haya claridad en esto. Que se defina -con fuerza y prestancia, sin eufemismos ni timideces- que lo que los líderes de la cruzada pro tren y los puertomontinos quieren, por sobre todo, es el tren de largo aliento. Con esa voluntad, decisión y personalidad, se ha sabido que en estos momentos se están haciendo los preparativos de un gran ampliado ciudadano (zona sur) en Temuco, cuya finalidad es aportar a la concreción de los planes que han comenzado a surgir en torno al ferrocarril y, en especial, hacer ver que el proyecto ferroviario Santiago-Puerto Montt e intermedios es factible y viable, así como estratégica y conectivamente justificable.
Actuar unidos en un potente bloque sureño, ojalá desde Concepción a Puerto Montt, incluyendo Chiloé, Aysén y Magallanes, es la fórmula. A ver si un clamor -tan consistente y resuelto- no sería escuchado.
Ojalá, la clave cita de Temuco marque la ruta decisiva y final, para echar a andar el anhelado expreso del progreso.