Presentan plan para rescatar la tradicional venta del milcao
DEFENSA. Alcalde ofrecerá propuesta que busca poner en valor ese tradicional alimento, luego de correo que aseguraba que estaba "en riesgo" su comercialización.
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Lo que comenzó como un llamado de atención, con el correr del día se transformó en un tema que "calentó" las redes sociales y que derivó en una resolución que adoptó la máxima autoridad de la comuna.
A ese nivel se encumbró un correo electrónico que daba cuenta del drama que enfrentaba una vendedora de milcaos, a quien el municipio no le renovó el permiso provisorio para ejercer el comercio ambulante en las calles de la capital regional.
Bajo el título "En riesgo la venta de milcao en el centro de Puerto Montt", el mensaje se extendió por diferentes canales durante todo el día, motivando el comentario obligado de en diferentes sectores.
Fue tal el efecto de perder esta tradición, que hasta el alcalde Gervoy Paredes resolvió tomar cartas en el asunto. De tal forma que anunció que impulsará un proyecto para ordenar la venta de ese alimento típico de la zona, a base de papas y chicharrones.
Aseguró que tras conversar con la seremi de Salud, Eugenia Schnake, para ver el tema del comercio ambulante, establecieron que en el caso de seis vendedores de milcao hay una excepción.
"Como es un alimento cocido y recocido, vamos a trabajar para construir unos carritos, entregarles ese apoyo social y capacitar a la gente en manipulación de alimentos", dijo.
La idea del alcalde Paredes es rescatar este alimento tradicional y darle el estándar que se merece. "Queremos apoyarlos, perfeccionar esto, para que ofrezcan una buena cara a los turistas. Queremos darle dignidad tanto a los visitantes, como a las personas que manipulan estos alimentos", dijo.
Para presentar esa propuesta, los seis comerciantes fueron invitados a reunirse hoy con el jefe edilicio en el edificio consistorial.
Reveló que hace una semana que vienen trabajando en esta propuesta, la que tendrá una segunda parte "para que quien coma milcaos sepa quién lo hace, dónde lo hace y cómo lo hace. Queremos dar valor al producto", sostuvo.
LA PROTAGONISTA
Si en algún momento se pensó que nos íbamos a quedar sin milcao, ni la "rica" sensación de tener los dedos aceitados, quien representaba ese temor era Alicia Subiabre, la vendedora a quien no se le renovó el permiso municipal.
"Pensaba que iba a seguir de por vida con el permiso, porque una lo está pagando. Esto me afecta, porque tengo deudas y tengo una hija enferma, inválida", resumió.
Reveló que cuando negaron la renovación, le explicaron que "van a limpiar las calles", ante la próxima realización del Mundial Sub 17 de Fútbol. Explicó que dada su situación socioeconómica, trabajaría con o sin permiso. También dijo estar dispuesta a acatar un ordenamiento de la actividad.
Reconoció que nunca pensó en "causar tanto revuelo" y menos que la venta de este popular y ancestral producto fuera defendida de tal manera.