Fallo judicial En primera instancia, el Segundo Juzgado Civil de Puerto Montt señaló en la resolución que "...la deficiente y tardía atención del demandante y diagnóstico oportuno de la enfermedad que lo aquejaba, trajo como consecuencia las reiteradas intervenciones quirúrgicas a las que ha sido sometido y las cicatrices producidas, producto del tratamiento que se tuvo que adoptar".
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En manos de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt se encuentra la causa de Juan Carlos Cárcamo Alarcón (26), quien llegó hasta la justicia con su madre para exigir una indemnización al Servicio de Salud del Reloncaví, debido a una tardía atención médica que recibió hace más de ocho años de parte de algunos funcionarios del Hospital Base de Puerto Montt que no le diagnosticaron a tiempo una apendicitis que lo dejó con secuelas hasta el día de hoy.
Hace más de cinco meses el Segundo Juzgado Civil de esta ciudad condenó al Servicio de Salud Reloncaví a pagar una indemnización de 160 millones de pesos por daño moral. Sin embargo, se apeló a la Corte de Apelaciones para rebajar el monto, pues a juicio del Servicio de Salud, era excesiva la cantidad. En estos momentos, lo único que espera la familia es que se mantenga la resolución judicial y no se rebaje la indemnización para poder costear los gastos médicos y medicamentos que necesita. Además, hay que pagar el abogado.
La abogada de la familia, Elizabeth Kobus, explicó que la causa del joven con el Servicio de Salud fue alegada en la Corte de Apelaciones el 9 de diciembre, momento desde el cual se encuentra en acuerdo y a cargo de la redacción del fallo la señora ministra Teresa Mora.
"Esperamos que todo el daño que se le ha causado a Juan Carlos y a su familia, como también el largo camino que aún le queda para llevar una vida relativamente normal, sean apreciados por la Ilustrísima Corte de la misma forma como lo hizo el tribunal de primera instancia y en virtud de lo antes señalado se confirmé dicho fallo", sostuvo la profesional que ha llevado el caso varios años.
La abuela del joven, Victoria Romero, también está afectada por la situación que han vivido todo este tiempo.
"Lo crecí desde pequeño, es muy triste todo, porque hace ocho años que estamos sufriendo. No hay fiestas que lo pasemos bien por cómo lo dejaron. Podemos tener para comer, pero para mí y mi hija es doloroso ver así a Juan Carlos. De verdad que me duele verlo así, porque ha tenido que gastar de su platita para ir al médico de manera particular".
Mientras que Celinda Alarcón, madre de Juan Carlos, agrega "ojalá se resuelva todo a favor nuestro, porque mi hijo sigue teniendo problemas. Incluso, hace poco tuvo que viajar a Santiago y pagar los costos que significaron más de 100 mil pesos para la consulta médica y los pasajes".
"Él quiere hacer una junta médica que debió hacerse hace mucho tiempo. Mi hijo está muy cansado, ahora tiene problemas en una pierna como consecuencia de todo lo que ha pasado. Aún tiene una infección y no ha sido tratada. Llevamos más de ocho años con esta cruz y el Servicio de Salud sigue siendo necio. En el hospital tampoco ha tenido una buena atención", revela la mujer.
El 31 de agosto de 2006 Juan Carlos tenía 18 años. Su madre lo llevó al hospital en reiteradas ocasiones por dolencias estomacales. Según la mujer, nunca hubo un diagnóstico claro y lo enviaban de vuelta a la casa.
Estuvo como 50 días hospitalizado entre la UTI y la UCI. Mientras estuvo en el hospital, contrajo una infección intrahospitalaria y le sacaron el ombligo. Inclusive estuvo en estado de coma al borde de la muerte. Finalmente -recuerda Celinda- un médico le comunicó que su hijo tuvo una apendicitis, la cual no fue detectada a tiempo y pasó a peritonitis con shock séptico.