Las tiendas Dolly de Puerto Montt fueron galardonadas con el premio a la mejor vitrina navideña del comercio liviano de regiones, evento organizado por la empresa Transbank.

El trabajo de Dolly fue reconocido en la categoría "composición y color" de este certamen, en el que intervinieron 88 locales a nivel local y más de 2.600 en todo el país.

"Esta es la tercera vez consecutiva que ganamos. Hemos sido premiados por ser la mejor de la región, el mejor color y ahora por composición. Esto nos pone muy contentos, porque es un reconocimiento a nuestro trabajo", dijo Graciela Carrasco, encargada de Marketing de Dolly.

Respecto del concepto aplicado en sus vitrinas, Carrasco explicó que junto con Navidad incorporaron la conmemoración de los 50 años de la tienda. "Tenemos un registro de la historia y de sus inicios", dijo.

La idea -reconoció- surgió a través del análisis realizado junto al diseñador gráfico Miguel Ángel Rosas. "Pensamos que la Navidad sería interesante para abordar los 50 años, ya que es una fecha de celebración y, también, hace 50 años la gente iba a comprar sus regalos en estas fechas, en una de las pocas tiendas que había en Puerto Montt", puntualizó.

Explicó que elaboraron el diseño con dos conceptos básicos: elegancia y simpleza. "Porque en lo simple puede estar lo bello", subrayó.

A ello sumaron varias fotografías que obtuvieron de un registro. En ellas aparecen los trabajadores de la tienda, junto a sus dueños, la familia Smith. "Creemos que en esta fecha tan importante, han sido ellos, finalmente, quienes han hecho que la tienda subsista durante 50 años, a pesar del retail y de las multitiendas", expuso.

En esta quinta versión del concurso el gerente de Marketing de Transbank, Ricardo Blümel, destacó el aumento de participación. "Estamos muy contentos, porque tanto el comercio pequeño como el mediano y el gran comercio, han estado presentes a través de vitrinas, fachadas e interiorismo de gran calidad y creatividad", subrayó.

Además del reconocimiento nacional, la tienda Dolly será resaltada en tres avisos de prensa en un medio nacional.

Para destacar a los ganadores de esta nueva versión del concurso navideño de vitrinas, Transbank organizó una ceremonia que se realizará el lunes 29, a las 12 horas, en el Hotel Noi de Vitacura.

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En Nochebuena, ya es tradición en Puerto Montt, que nadie quede sin una cena o un regalo navideño. Sin embargo, hubo quien no tuvo nada, ni la dicha de tener a sus seres queridos o un saludo que todos esperamos en momento tan especial.

Fue el caso de Flor Torres Chacón, una mujer de 57 años, residente en Curicó, que invitó a su pareja para pasar la Navidad con sus nietos en Puerto Montt. Tomaron el bus y llegaron el miércoles, dirigiéndose hasta el hogar de su hija, pero las familia no estaba. Según le comentaron vecinos, se habían ido a San Antonio.

La pareja, sin conocer a nadie, lo único que hizo fue llamar insistentemente a su hija, pero no hubo respuesta a su llamado. "Vine porque quería ver a mis nietecitos", contó con lágrimas en los ojos que no pudo disimular.

Intentaba sonreír, intentaba controlar esas lágrimas, esgrimiendo quizás alguna mentira, queriendo engañarse para no seguir sufriendo.

"Era tarde, no conocíamos a nadie, preguntamos por algún lugar donde dormir y no encontramos nada. Había un lugar donde nos mandaron, pero no quedaban alojamientos", dijo. Así caminaron sin rumbo, sin poder volver, porque no había nada que los llevara de regreso a Curicó. Y cuando los venció el cansancio se fueron a un paradero para tratar de dormir.

"Yo traje por si acaso una frazada y con ella nos tapamos en el banco", dijo su pareja Juan Alberto Martínez.

Intentando dormitar sentados. Eran como las 10 de la noche, cuando "se produjo un verdadero milagro", contó Juan Alberto. "Llegó una señora en auto y nos preguntó por qué estábamos ahí y le contamos nuestra historia. Y ella nos dijo que nos llevaría a una cabaña, pero le dijimos que no andábamos con tanto dinero para eso. Entonces, la señora nos dijo que no nos preocupáramos que ella lo iba a pagar y nos llevó como a 4 kilómetros de aquí en el camino hacia Calbuco, parece que era", relató el hombre, que trabaja en la recolección de fruta.

Esta pareja llamaba la atención sentada bajo un árbol en áreas externas de la Empresa Portuaria Empormontt, donde es muy difícil que sea ocupado por gente en situación de calle. La tristeza, en un día de Navidad, es poco común, porque pasado el mediodía hasta los "patroncitos" del Hogar de Cristo están en torno a un plato. A esa hora, comentaron que ya habían almorzado algo, y sólo esperaban regresar a las 19.45 horas en bus, por el pasaje que ya habían sacado.

Flor Torres tiene otros cuatro hijos en Curicó. En Puerto Montt, sólo vive la hija que vino a ver con dos de los cinco nietos que tiene.

Nunca imaginó que podría vivir una situación así, por ver a sus nietecitos. Es lo único que podía decir con mucha tristeza. "Nunca tuve una Navidad así", comentó dentro de su amargura.

Pero, lo positivo lo extraía Juan Alberto, quien agradeció que dentro de todo lo malo, haya habido una persona que se apareció como un ángel de Dios para darle alojamiento a quienes nada pedían, más que ver a dos nietos.