La llama podría convertirse en un aliado en la lucha contra el Sida
Un equipo del University College de Londres encontró un aliado inesperado en la búsqueda de una vacuna contra el virus que provoca el Sida: la llama.
Según los investigadores, citados por la cadena británica BBC, este animal sudamericano tiene anticuerpos diferentes a los de la mayoría de las especies, factor que podría ser clave para desarrollar una estrategia contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida).
En un informe publicado en la revista PLOS, los académicos, liderados por la profesora Laura McCoy, explican la forma en que una combinación de anticuerpos de la llama puede neutralizar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el Sida.
McCoy dijo que eligieron a este mamífero para su estudio porque "en el laboratorio es más fácil trabajar con los anticuerpos de llama, ya que están constituidos por un solo gen".
"Los de los humanos y los de la mayoría de las especies están formados por dos genes, que tienen que ser emparejados correctamente", dijo la investigadora al citado medio británico.
A eso se suma el hecho de que los anticuerpos de la llama son más pequeños que los de los humanos y se adhieren más fácilmente a la superficie del virus, según explicó la autora.
Según consignó la BBC en su sitio web, la mayoría de las vacunas que se desarrollan actualmente para combatir el Sida funcionan induciendo una respuesta inmune que busca interferir en la capacidad que tiene el virus para infectar células sanas. Esa respuesta inmune se logra a través de anticuerpos neutralizantes.
Sin embargo, hasta ahora los científicos no habían logrado detectar anticuerpos que funcionen para reconocer y prevenir una infección de VIH.
El equipo del University College de Londres cree que los anticuerpos de la llama podrían tener mayor efectividad.
Son cuatro los anticuerpos neutralizantes que el equipo identificó en la llama y que ayudarían a atacar el VIH.
Y si bien los resultados son prometedores, los investigadores se muestran cautos respecto del potencial de su hallazgo, pues advirtieron que los anticuerpos de la llama son genéticamente muy distintos a los del ser humano y además, la concentración de anticuerpos de momento resulta demasiado baja para combatir eficazmente el VIH.
Un solo gen
Los autores decidieron trabajar con la llama, entre otras razones porque sus anticuerpos están constituidos por un solo gen, lo que facilita el trabajo en laboratorio.
Más pequeños
Además, los anticuerpos de la llama son más pequeños que los de los humanos y se adhieren más fácilmente a la superficie del virus.