Arquitecto osornino construye la primera "casa pasiva" que le permite ahorrar energía
obra. Se trata de una vivienda "inteligente" de hormigón diseñada por el profesional Ronald Scheel, quien consideró aspectos como los materiales, el terreno y la luz del sol.
El arquitecto osornino y presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) sede Osorno, Ronald Scheel, se aventuró en la tarea de construir una vivienda que fuera un aporte a la arquitectura desde el punto de vista energético, con altos estándares de sustentabilidad y eficiencia.
Fue así como el profesional diseñó y edificó una llamada "vivienda pasiva", proyecto personal que, asegura, se condice con la visión del gremio.
En palabras simples, una "casa pasiva" (vivienda que ya ha sido construida en ciudades como Temuco) es una construcción cuyo consumo de energía no excede los 15 kilowatts hora por metro cuadrado al año, lo que significa que es un edificio que no necesita calefacción tradicional porque la estructura logra optimizar la energía y calefacción en bajo consumo.
"Actualmente vivimos en una ciudad contaminada que necesita fuentes de energía alternativa a la leña, pues mientras ésta no tenga una certificación potente, tenemos que buscar opciones", señaló el arquitecto, manifestando que una de sus prioridades ha sido hablar del desarrollo urbano de Osorno, pensando también en la calidad medioambiental.
Características
Se trata de una construcción que brinda, según indicó Scheel, aislación de alta eficiencia, control solar, ventilación convectiva y bajo consumo energético.
Se diferencia de una casa tradicional por poseer en toda la estructura una base de hormigón armado envuelto en aislación. Además, posee ventanas termopanel PVC, divisiones menores interiores en madera y hormigón a la vista.
La construcción de la casa de 230 metros cuadrados, emplazada en el Jardín Las Quemas, comenzó en febrero de este año y finalizó a mediados de noviembre pasado.
Según contó el propietario, tenía latente el desafío de construir su vivienda así, pero además sentía que debía contribuir siendo un ejemplo positivo en materia de eficiencia.
"Pasamos hartos días del año con altos índices de contaminación y no podemos hacer mucho al respecto. La gente se está enfermando y hay cifras significativas al respecto. Entonces, con esa mirada no podía ser indiferente a la posibilidad de hacer algo que reflejara mi aporte y discurso", apuntó Scheel, explicando que tras un proceso de evaluación, quedaron impactados junto a la constructora cuando lograron medir al interior de la casa 13 kilo-watt hora por metro cuadrado, índice que la convierte en una vivienda que logra eficiencia energética.
diseño consciente
Scheel destacó que la principal diferencia de este tipo de vivienda con una tradicional, radica en que tienen un diseño consiente con el entorno donde están insertas, lo que significa que a la hora de construir se debe tener en cuenta aspectos como el terreno y de qué forma impacta el sol en éste.
El arquitecto hizo hincapié en que la clave es saber cómo el sol invade el lugar donde se construirá la casa o edificio. Y para ello, hay que conocer la latitud del emplazamiento y así calculadamente aprovechar por donde entra y sale el sol, el viento o los regímenes de lluvia que pueden afectar o ayudar en el diseño.
Este tipo de viviendas, dijo Scheel, no son repetibles, pues dependen de las características de la casa y las condiciones específicas del terreno que debe enfrentar el clima propio de la ciudad, el cual desde Temuco al sur posee temperaturas más bajas.
Para el arquitecto, este tipo de viviendas son saludables.
"Lograr medir energéticamente al interior del inmueble 13 kilowatt hora por metro cuadrado al año es una maravilla, porque las casas convencionales alcanzan 250 a 300 kilo-watt de consumo", detalló, por lo que pensar en reducir ese índice es posible y se puede lograr no sólo con hormigón, sino también con los recursos tradicionales, "porque la diferencia no sólo está en los materiales, también en el conocimiento donde se emplazará la casa para aprovechar el consumo energético", explicó.
Respecto al costo, Scheel afirma que es variable. En el caso de su vivienda la inversión alcanzó los $ 120 millones.
sede de la cámara
Otra obra con similares características de eficiencia es la actual sede de la Cámara Chilena de la Construcción, ubicada en calle Bilbao (Osorno), donde se eleva un edificio de dos pisos de hormigón armado y estructura metálica, que cuenta con un espacio central de doble altura, que recoge mayor luz solar y sus ventanas poseen una poderosa envolvente térmica, que permite conservar la temperatura.
La sede se inauguró en agosto de este año y fue certificada por el Instituto de la Construcción como un edificio sustentable. Ronald Scheel indicó que en el país hay nueve edificaciones en proceso de certificación y la sede de la Cámara de Osorno fue la primera en ser reconocida con el sello de sustentabilidad.
Casa pasiva El concepto proviene de la normativa de construcción alemana "Passivhaus", que apela a la eficiencia energética, bajo los 15 kilowatts hora por año.