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Navidad, tiempo para reflexionar y agradecer

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Tener la oportunidad de escribir una columna en Navidad creo que no se repite dos veces en la vida, por lo que quiero aprovechar estas líneas y salirme un poco de la temática habitual de la educación técnica.

Esta es una etapa donde tenemos que tomar una decisión respecto a cómo queremos vivir la Navidad. Podemos optar por la opción de que sea un tiempo de esperanza en que el nacimiento del niño Jesús nos traerá paz para mirar nuestra vida, nuestras motivaciones y el amor con el que estamos haciendo las cosas. Por el contrario, podemos caer en el consumismo, en la necesidad de tener que demostrarles a todos el cariño que les tenemos a través de regalos, perdiendo los días previos de espera por días de agitación, corriendo de un lado para otro, sin darnos cuentas de la real importancia de la Navidad. Lamentablemente, por lo que he podido ver estos últimos días en Puerto Montt, nuestra sociedad está más cerca de la segunda forma que de la primera. Los que estén leyendo estas líneas se darán cuenta que ya se nos fue el tiempo de espera para preparar nuestro corazón y recibir la venida del Señor con sencillez, humildad y acogiendo a los que han tenido menos oportunidades en la vida; pero aún podemos darnos este día para reflexionar y mirar a los que están a nuestro lado, preguntarnos si estamos amando lo suficiente, si nos estamos entregando de lleno a los otros, si nos preocupamos por la felicidad de nuestros compañeros de trabajo y ver el sentido que le estamos dando a nuestra vida.

Por último, aprovechemos la tranquilidad de este día para agradecer por todo lo que nos ha sido regalado, en especial este último año, y agradecer a las personas que nos han marcado en nuestra vida.

En estas líneas quiero agradecer todo el apoyo recibido este año por muchas personas que han trabajo por sacar adelante el proyecto de ONG Canales. Primero al equipo de profesionales que se entrega por completo, a los equipos de las empresas que nos apoyan con las gestiones internas, dando charlas o recibiendo a los estudiantes en las visitas a terreno y, por último, en especial a los profesores que han creído en nosotros y han visto en nuestro quehacer una oportunidad para desarrollar mejor su trabajo, abriéndose a que trabajando en equipo podemos entregar una mejor educación a los jóvenes. Gracias a todos, una muy feliz Navidad y el mejor de los deseos para el 2015.

Cristóbal García.

Nuestro archivo

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Puerto Montt conmemoró

Un gran movimiento se observó ayer en las calles de nuestra ciudad puerto, con motivo de las últimas compras de regalos para la Navidad que se celebra hoy, habiéndose conmemorado ayer la Nochebuena en ambientes de fraternidad en cada una de las familias de Puerto Montt, donde hubo cenas especiales y obsequios.

el nacimiento de Jesús

Fenómeno en Villa

Se está proyectando la instalación de una escalera mecánica entre la Municipalidad en el alto y el centro de la ciudad de Puerto Montt. La propuesta deja atrás la idea de un teleférico y buscará mejorar la conectividad con el edificio consistorial. La estructura sería techada y con cámaras, tal como la que existe en Colombia.

Cordillera: abejas

Proyectan escalera

mecánica en el centro

¡Que perdure el espíritu navideño!

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Con especial fervor, amor familiar y esperanzada fe en el provenir, los puertomontinos y avecindados revivieron, emocionados, en Nochebuena, ayer, el nacimiento de Jesús El Salvador en sus respectivos hogares, junto al árbol de Navidad, así como también en los respectivos actos religiosos organizados en la ciudad, como la tradicional misa del gallo en la Catedral.

La de ayer fue la noche más especial del año, sobre todo para la cristiandad, porque -como ha predicado nuestro arzobispo Cristián Caro- la Navidad es la máxima expresión de amor de Dios por la humanidad, al entregarle a su propio Hijo como holocausto de redención salvadora. El más grande episodio universal, que fue anunciado por los propios ángeles a los pastores: "Os ha nacido un Salvador y he aquí sus señas: un infante en pañales, reclinado en un pesebre" (Lc. 2, 1012).

Ante el humilde retablo navideño, que adornó cada una de las moradas porteñas, afloró, conmovida, la oración clamando al Señor porque también el divino niño Jesús renazca en el alma ciudadana. Y se exprese en una existencia más comprometida con la donación de uno mismo a través del solidario interesarse más por el otro que en las exigencias del egoísmo; con el ensanchamiento del alma para ser capaces de perdonar si se nos ha ofendido y de excusarnos si la falta es nuestra. En un solo concepto: amarse los unos a los otros y transitar -unidos- hacia el futuro. Lección evangélica que, a raudales, brotó de la vida, ya siendo mayor, de ese mismo Niño de Belén, que rindió su vida predicando la Buena Nueva salvífica.

Los niños, especialmente, fueron anoche los más felices con los regalitos recibidos. Sobre todo, los más humildes y desamparados. Aquellos de los cuales se preocuparon las cruzadas organizadas para la recolección de obsequios para ellos, así como también en lo referente a las cenas navideñas que se aportaron a las familias más desvalidas en las barriadas marginales. Humanitarios gestos que retratan la grandeza de alma de los puertomontinos, que tan bien interpretan, de ese modo, el espíritu navideño que por estos días impregna los corazones y que ojalá se quede para siempre entre nosotros.