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Sony, el vandalismo virtual y el espectáculo

polémica. El presunto ataque a la firma japonesa de parte de Corea del Norte desató una crisis sin precedentes.

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Discordia al más alto nivel en la política internacional desató "The Interview", la última comedia de Seth Rogen y James Franco que ficciona sobre periodistas estadounidenses que intentan asesinar al controvertido líder norcoreano Kim Jong-Un complotados con la CIA.

Para que Sony Pictures, la productora y distribuidora del filme, desistiera de estrenarla en los cines del mundo, un misterioso grupo de hackers perpetró un masivo ataque a correos electrónicos e información privada de sus trabajadores. Desde la corporación japonesa cedieron a las presiones y cancelaron la película, que debía estrenarse para Navidad, la que calculan algunos costó unos US$ 75 millones, una acción que el Presidente Obama llamó "un error". Ante esto Sony asegura que está viendo las posibilidades de darla en plataformas por demanda, por de pronto Netflix o Amazon.

Todo comenzó el 24 de noviembre, cuando Sony Pictures recibió un ciberataque que el FBI fijó como proveniente desde Corea del Norte, cuyo Gobierno negó tajantemente. Tanto es así que Pyongyang ofreció llevar en conjunto con Estados Unidos una investigación que aclare lo que pasó.

El ataque se lo atribuyó el autodenominado grupo "Guardianes por la Paz", violando cientos de correos electrónicos internos, así como casi 50 mil números de seguridad social e historiales médicos y registros financieros de los empleados de la firma japonesa de las comunicaciones.

incómodas revelaciones

Dentro de las filtraciones embarazosas dadas a conocer salieron a la luz correos electrónicos entre jerarcas de diferentes estudios de Hollywood, donde llaman a Angelina Jolie "una chiquilla maleducada de poco talento" y califican el comportamiento de Leonardo Di Caprio como "despreciable". También aparecieron correos donde se calificaba a las películas de Adam Sandler de "mundanas y predecibles".

Además, se revelaron comunicaciones donde se bromeaba sobre los gustos cinematográficos del Presidente Obama en relación al color de su piel y otras donde queda expuesta la brecha entre sueldos de hombres blancos y los de otras etnias, así como las diferencias salariales entre hombres y mujeres. También se expusieron los alias secretos de celebridades como Tom Hanks, quien se hace llamar "Johnny Madrid" y Jessica Alba es "Cash Money".

Desde siempre el cine, y no solo Hollywood, han tomado como materia prima la vida de dictadores. En 1940, "El gran dictador" -con Charles Chaplin- retrató a Hitler bajo la personificación del "Adenoid Hinkler". Los hermanos Marx (1930) también tuvieron en "Sopa de Gansos" una parodia de Mussolini aunque Groucho rechazara la relación. Woody Allen también tuvo un par de comedias sobre dictadores: en 1971 hizo "Bananas" ambientada en un país ficticio de Latinoamérica, y en 1973 "Sleepers" que jugaba con el "Proyecto Aries".

US$ 500

millones podrían perder en la firma japonesa por la polémica desatada luego del ataque virtual.