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La Comisión de Constitución del Senado despacha proyecto de reforma al binominal

sanción. La propuesta podría tener su último trámite durante la primera semana de enero.

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La Comisión de Constitución del Senado despachó ayer el proyecto que termina con el actual sistema electoral binominal y lo reemplaza por uno proporcional. La iniciativa, que cuenta con discusión inmediata, deberá cumplir su último trámite el 5 de enero en esa instancia, para ser revisada por la Comisión de Hacienda y pasar a la sala del Senado.

En la jornada, cada senador fundamentó su voto respecto del redistritaje en la Cámara, que plantea aumentar de 120 a 155 los diputados.

Luego se abordó la composición del Senado, para cuya propuesta el Ejecutivo ha insistido en pasar de 38 a 50. Los parlamentarios aprobaron la indicación del Gobierno de sumar dos escaños en las regiones de Antofagasta y Los Ríos, y reducir de siete a cinco los senadores de la Región Metropolitana. La indicación, que apuntaba a una supuesta sobrerrepresentación de Santiago en desmedro de otras zonas, según sectores de la Nueva Mayoría, contó con los votos a favor de los senadores (PPD) Felipe Harboe, (Ind.) Pedro Araya y (PS) Alfonso de Urresti. En contra votaron (RN) Alberto Espina y el UDI Hernán Larraín.

El presidente de la comisión, senador Felipe Harboe, dijo que la sanción del proyecto "es un momento histórico".

"Nunca un proyecto, en 25 años, que buscaba terminar con el sistema binominal, ha llegado a esta instancia de tramitación. Es muy importante para el país haber logrado este avance y espero que en enero pase a la Comisión de Hacienda, y eventualmente incluso a la Sala del Senado, para que después se realice el tercer trámite constitucional y se transforme en ley".

Espina dijo que espera reponer las indicaciones en la Sala del Senado, ya que "lamentablemente se ha aprobado un mal proyecto" que no satisface ni al oficialismo.

El senador (UDI) Hernán Larraín dijo que su tienda recurrirá al Tribunal Constitucional para corregir supuestos "errores" del proyecto que reforma el sistema binominal. Ante el despacho de la ley, Larraín dijo que "quedo con un sabor amargo, porque han primado los intereses políticos, favorecer a una determinada coalición y buscar un sistema que les permita perpetuarse en el poder".