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El director regional de Gendarmería, coronel Alejandro Troncoso Chaparro, dice que la institución ha adoptado varias medidas de seguridad, con el fin de evitar incidentes en el interior de la cárcel concesionada de Alto Bonito de Puerto Montt, donde han sido asesinados tres reclusos en lo que va de 2014.
Con respecto a la última agresión, sostiene que "no fue producida por un arma cortante o un cuchillo, sino que con un plástico, es decir, un lápiz. Fue desgastada su punta y con ese elemento se agredió".
Al ser consultado por la motivación o si el ataque fue por encargo, el oficial precisó que "principalmente se debe a rencillas que no sólo tienen que ver con un tema territorial. Muchas veces las discusiones son porque son de equipos distintos o lugares diferentes. También porque alguien ocupó la polera del otro o se toparon en un pasillo".
A raíz de la preocupación que manifestó el Gobierno, ayer el coronel Troncoso sostuvo una reunión con el intendente regional, Nofal Abud, a quien le entregó detalles de las agresiones y las medidas de seguridad que han realizado.
-Registros y allanamientos a las personas y a sus dependencias, con el objetivo de pesquisar elementos que se puedan utilizar para generar agresiones a otros reclusos, como también medidas que están implementadas por mucho tiempo, que son los planes de segmentación; es decir, la separación de la población penal a base de nivel de peligrosidad.
-Son diarios y constantes. En el complejo se hacen entre dos a tres allanamientos aleatorios en las distintas dependencias. Pero si allano un módulo, hay 25 que no logro allanar. Es un poco difícil la tarea.
-En la reincidencia, el tipo de lenguaje utilizado, la población en que habita, en fin. Todo esto baja en un instrumento estandarizado, donde define el módulo a recluir. Tanto la población de Puerto Montt (700 internos) y los restantes de una población penal al día de hoy de 1.180 internos, vienen de Santiago, Valparaíso y Concepción. La forma y estilo de vida está siendo adoptada por los reclusos de esta zona.
-El usuario nuestro no sólo tiene que ver con delitos sexuales o abigeato, por ejemplo, sino que hay un porcentaje mayor de personas condenadas por robo con intimidación, robo con violación, robo con fuerza o en lugares habitados o no habitados. El nivel de ingreso por estos delitos va en aumento, de tres ingresos, dos de ellos son por hechos violentos hacia las personas o las cosas.
-Nuestra población hoy día es más complicada que hace dos o tres años en el recinto. Aunque hay que destacar que en la última muerte fue perpetrada por un recluso y fue un ataque, donde no hay un previo aviso. La acción no dura más de tres o cuatro segundos, el interno se acerca por la espalda y agrede a su víctima. En las tres últimas muertes han salido con signos vitales al exterior y debido a la gravedad de las heridas, han fallecido.
-Se han sacado reos conflictivos de la región y otros tanto fueron derivados a la sección de máxima seguridad que tiene el recinto penal, donde hay una segregación mucho más limitada. Sus desplazamientos están consignados a este módulo y habitan en celdas individuales, donde los tiempos de patio son diferidos. También, hay una intervención sicosocial con el objetivo de ir bajando los niveles de agresividad.
-Hoy en día no sólo estamos esperando encontrar en las vestimentas de nuestros internos un estoque o un metal cortado y afiliado, a través de distintos mecanismos, sino que un cepillos de dientes, un lápiz o un pedazo de palo; es decir, todo lo que esté a su alcance ellos lo van a utilizar como arma para defenderse o intimidar. Ellos las fabrican en cualquier minuto, pero cuando no tienen la vigilancia de los gendarmes que es desde las seis de la tarde a las ocho de la mañana en que están en sus celdas.
Y agrega que los niveles de roce y tolerancia son mínimos, porque están recluidos en un recinto penal muy distinto a los tradicionales, ya que la convivencia es baja.
-Ellos ven estos procesos más al término de su condena. Además del 80% de la población penal tiene entre 22 y 35 años; es gente muy joven, muchos de ellos inmaduros y con muchas falencias en lo educativo, laboral y emocional.
-Tenemos una dotación que nos permite cumplir con las funciones diarias. Obviamente, cualquiera quisiera tener a su gente con mayores franquicias y tiempos de descanso. Estoy consciente de que existe una falta de recursos humanos. Nuestro personal ha logrado evitar una cantidad mayor de posibles decesos y riñas. Hay gran eficiencia y capacidad de hombres y mujeres.
-Claro que sí, todo el tiempo se está en un riesgo latente. Nuestro trabajo está considerado como uno de los más riesgosos a nivel nacional, pero lo asumimos desde que entramos a la institución. También tenemos elementos de seguridad para protegernos.