Casas que se hunden: ex seremi cuenta razones por las que no solucionaron todos los casos
polémica. Fernando Gunckel recuerda que sólo quienes habitaban en estos inmuebles acudieron a sus dependencias buscando ayuda por este problema.
Son unas 60 las familias que ven cómo sus casas se hunden en la ciudad satélite de Alerce, aunque el número es mucho mayor, dado que en el Gobierno de Sebastián Piñera se le otorgó una solución a 10 familias que presentaban este problema.
El ex titular del Minvu en Los Lagos recuerda que se trata de propiedades que tienen más de una década y que siempre presentaron problemas de este tipo.
Sin embargo, nadie los escuchó y por más que los habitantes de este lugar golpearon puertas, sus demandas no fueron escuchadas hasta que el año pasado se les brindó una solución de parte de esta cartera.
Sobre las críticas de los actuales personeros de Vivienda, Eduardo Carmona (seremi) e Iván Leonhardt (director regional del Serviu), de que ahora le resolverán el problema a todos los afectados y no a 10 como en los tiempos de Gunckel, el aludido sostiene que fueron estas las familias que se acercaron en busca de una solución.
Gunckel critica el que estas familias estuvieron por más de una década viendo como sus casas se hundían sin que nadie hiciera algo.
Critica el anuncio de los actuales jefes de Vivienda y Serviu sobre la realización de nuevos estudios, ya que según dice se hicieron análisis durante una década.
-Hay puros escombros en estos terrenos que están en mal estado. Aquí las casas comenzaron a hundirse sobre todo las 10 a las que les dimos ayuda. Sus propietarios aparecieron donde nosotros tal y como lo hicieron durante 10 años.
Yo los escuché y comenzamos a realizar las acciones tendientes a ver cómo le podíamos arreglar el problema. Fui a ver las viviendas y pude constatar que efectivamente presentaban problemas estructurales estas casas. Presentaban grietas por las que se podía ver hacia el otro lado. ¡A ese nivel de destrucción. De verdad las casas se estaban hundiendo!
-No tuvimos idea de que hubieran más porque nadie más llegó y nosotros conseguimos con el ministro grandes ventajas para los afectados.
INVERSIÓN
En total cada una de las familias que vivían en las casas que se destruyeron recibieron unos 28 millones de pesos, no todos, pero se llegó en algunos casos a ese monto, porque el ministerio de Vivienda les canceló el valor comercial de las viviendas.
La idea, dice Gunckel, fue que los afectados pudieran adquirir o construirse una nueva casa, dado que las que dejaron debían ser demolidas de manera que al terreno se le pudiese dar otro uso, como la construcción de una plaza, porque el "sitio es realmente muy malo. Es puro relleno, como basural de restos de construcción".
Por lo mismo justifica que se tuvieran que comprar las propiedades y además pagarles con un subsidio, más aún si se considera "que pasaron un década bastante mala".
Insiste en que la solución fue para todos quienes se acercaron y lograron que se les "cambiara la vida, ya que habían pasado años duros".