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Gobierno defiende iniciar el debate constitucional en 2015

programa. Desde la Nueva Mayoría, los partidos mostraron discrepancia con respecto a los tiempos de la modificación de la Carta Magna.

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La Presidenta Michelle Bachelet, el ministro del Interior Rodrigo Peñailillo y el vocero de Gobierno, Alvaro Elizalde, se refirieron ayer y defendieron la necesidad de crear una nueva Constitución y comenzar ese proceso el próximo año. En tanto, desde la oposición y desde algunos partidos de la Nueva Mayoría, mostraron sus discrepancias con esa decisión.

Mientras se encontraba en una visita para inspeccionar las viviendas que se construyen tras el incendio de Valparaíso, la Mandataria señaló que "va a haber un proceso participativo, legítimo e institucional, donde los temas de fondo son cuál es el tipo de país en el cual queremos vivir, cuál es la sociedad en que queremos vivir los próximos 50 años".

Peñailillo hizo hincapié en la necesidad de crear una nueva Constitución "nacida en democracia" y afirmó que más allá de los plazos, que ha sido el punto más cuestionado, "lo importante es que Chile necesita una Constitución legitimada, nacida en democracia, pensando en los desafíos de Chile en el siglo XXI".

"Tenemos que ponernos a trabajar pronto, este es un Gobierno de cuatro años y que tiene tres reformas estructurales, por lo tanto tenemos que iniciar ese proceso a partir del próximo año", agregó sobre la celeridad con que se pretende comenzar el debate.

Sobre el mecanismo a través del cual se resolverá la nueva Constitución, el jefe de gabinete señaló que el Gobierno está dispuesto a escuchar opiniones, pero que la última decisión está en manos de la Presidenta.

"Aquí no hay incertidumbre ni nada de eso. Lo hemos dicho un par de veces, que el próximo año nosotros iniciamos el proceso de reforma a la Constitución, es lo que la Presidenta ha resuelto desde hace un tiempo, es lo que resolvió en Cerro Castillo", añadió.

En tanto, el ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde, manifestó que la jefa de Estado revisará todos los mecanismos que sean "democráticos, participativos e institucionales forman parte de las alternativas respecto de las cuales se va a pronunciar la Presidenta".

El vocero recalcó asimismo que "Chile necesita una nueva Constitución, una Constitución nacida en democracia, una Constitución que cumpla con los estándares internacionales y que además sea fidedigna expresión de las tradiciones democráticas de nuestro país".

Desde la Alianza manifestaron su preocupación por el tema y realizaron una advertencia afirmando que con una nueva Constitución "no se juega". "Una nueva Constitución no es un juego, no es un cómic para explicarlo como se ha hecho con la reforma educacional, sino que es la ley fundamental sobre la cual se estructura el país completo", dijo el presidente de RN, Cristián Mockeberg.

Desde la UDI, el senador Hernán Larraín añadió que "plantear esa como una de las prioridades significa no sintonizar con la realidad social que vive el país. Y significa además decirle al mundo que la institucionalidad que hoy existe no sirve para nada, que es necesario cambiarla por otra entera nueva".

El anuncio de comenzar en 2015 el debate de una nueva Constitución generó discrepancias en la Nueva Mayoría. El senador PPD Jaime Quintana señaló en radio ADN que no hay "mucho espacio" en el Parlamento, y que definir el mecanismo debiera quedar para 2016. Lo mismo fue dicho por el senador DC Jorge Pizarro, quien afirmó en CNN Chile que "a mí me parecía que era mejor dejarlo para el otro año (2016), porque el próximo año (2015) es el año decisivo para el Gobierno en la implementación de las reformas".