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Porteños cuentan cómo WhatsApp les cambió la vida

tecnología. Los actuales teléfonos dejaron de ser sólo un instrumento para hablar. El mundo de las aplicaciones contempla un abanico de opciones para los usuarios, donde casi las mismas tareas que antes se hacían en un computador, ahora son una realidad en los equipos móviles.

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"Ha sido muy grato que a través del WhatsApp, a veces estando arriba de un bus o haciendo otra cosa fuera del hogar, he tenido un diálogo bastante rico con mi hijo adolescente, que seguramente cara a cara sería más difícil que se pudiera dar", admite la sicóloga y directora de Escuela de la Universidad Santo Tomás, Inés Rose, respecto al uso de esta herramienta que se ha transformado para muchos en una vía de comunicación inmediata y gratis. Una de varias. (Ver nota lateral)

Pero así como tiene sus puntos a favor, aparecen algunas desventajas, las que la misma profesional plantea y entre las cuales identifica la limitante que existe en el uso del lenguaje y en la comunicación cara a cara.

A lo expuesto por Rose, se agrega el análisis de la gerente general de REN Consultores Ltda. y docente de la Universidad San Sebastián, la sicóloga Angélica Hernández, quien apunta al uso de este instrumento en las relaciones de las personas, como en el campo laboral.

Señala que si bien la necesidad natural del ser humano, asociada al sentido de pertenencia, moviliza a las personas a crear determinados "grupos" a través de estas mismas redes, al interior de las organizaciones puede provocar sentimientos de discriminación en quienes no pertenecen a ellas.

Esto se puede traducir en fuentes de insatisfacción en algunos y por el contrario en fuentes de satisfacción para otros.

Estos grupos muchas veces atentan contra el trabajo en equipo, con la aceptación, respeto y tolerancia por los compañeros de trabajo, así como con el sentido de pertenencia hacia una organización o empresa en su totalidad.

Hernández denominó a este fenómeno de la comunicación social como "la sociedad de la boca", donde las personas se orientan a expresar permanentemente lo que piensan, opinan y sienten, restando importancia a la capacidad de escuchar, de ver y considerar a otros, en desmedro de una sociedad del oído que cada vez se ha ido enfermando de una "sordera crónica".

Pero lo concreto es que el indiscutible sonido que indica la llegada de este tipo de aplicaciones, se hace cada vez más presente en todos los estamentos de la sociedad. Ya a nadie le extraña que los teléfonos, por ejemplo, comiencen a sonar de manera constante en un café o que a altas horas de la noche llegue algún mensaje del algún conocido, amigo, familiar o apoderado del curso de su hijo con lo último en información.

mundos distintos

Tan fuerte es este fenómeno, que incluso aparece como un medio "informativo" en mundos tan distintos, como bomberos o en un partido político.

Por lo menos, así lo reconocen el comandante del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt y el presidente nacional de Renovación Nacional, Martín Ercoreca y Cristián Monckeberg, respectivamente.

El primero, en todo caso, advierte que no se trata de un medio oficial de su institución, pero reconoce que entre los voluntarios, sobre todo los más jóvenes, funciona como un medio de información.

Mientras el político detalla que en su colectividad es usado bastante para irse informando al instante sobre lo que ocurre en el quehacer nacional e internacional.

Para el también diputado de oposición se trata de una herramienta bastante popular y eficiente, que sirve para conectarse con otras personas y crear grupos.

Cuenta que su directiva nacional creó uno, lo mismo que el Comité de Comunicaciones y la Bancada de Diputados. "Es un buen sistema de trabajo para coordinar y trabajar en red. Es un tremendo invento. Hoy veo más el WhatsApp que el correo electrónico", reconoce. Sobre la utilización de este instrumento en el sector político, la concejala UDI, Claudia Reyes, sostiene que muchas veces "por la falta de tiempo nos resulta complicado fomentar las reuniones en persona, y el uso de WhatsApp puede ser una manera de coordinar acciones, así como enviar contactos y fotos que contengan información relevante".

Comenta que en el trabajo integra un grupo de la oficina parlamentaria de la diputada Marisol Turres, con su equipo asesor, donde "coordinamos salidas a terreno, compartimos agenda y nos enviamos links de noticias relevantes. También en conjunto con la directiva regional del partido nos comunicamos a través de un grupo para coordinar las reuniones"

Sobre las implicancias de este fenómeno, sobre todo en materia laboral, Inés Rose analiza que se trata de una herramienta tecnológica, que es de bajo costo y por lo mismo se masifica de forma rápida.

Si bien tiene ventajas, reconoce que también tiene sus desventajas, la que pasaría porque las personas prefieren ocupar estos medios indirectos y así evitar enfrentar situaciones que debiesen ser cara a cara.

Otro aspecto que identifica es que las comunicaciones son tipo telegráficas, entonces "si se piensa en los menores, el uso del lenguaje se restringe bastante al ser muy resumida. Y en un WhatsApp no se puede evaluar ni el ánimo ni tampoco la intención. Qué es lo que está detrás, salvo cuando colocan un emoticón u otra figura".

Otra situación que vislumbra es que al no usar el teléfono como era antes, "cada vez se comunica menos, se produce un ahorro del lenguaje, lo que coarta como persona. Puede escribir mucho WhatsApp, pero es poco lo que se elabora y comunica, en el sentido más profundo".

De las ventajas, identifica la opción de armar grupos de conversación, amigos, hermanos y colegas, aunque reconoce que en este aspecto puede existir cierta incomodidad "el recibir mensajes del trabajo a cualquier hora del día".

En la misma línea, Angélica Hernández plantea que el impacto de las redes sociales en la comunicación humana al interior de las organizaciones, es algo que no se puede desconocer.

Se trata -según dice- de responder a una necesidad de disminuir las fronteras de contacto en un mundo globalizado. Desde un punto de vista instrumental, este tipo de comunicación facilita la velocidad de la interacción entre los seres humanos.

Sin embargo, pueden convertirse en agentes que afectan aspectos tan importantes del proceso comunicativo, como aquellos que apuntan a la comprensión de los mensajes a través del lenguaje no verbal por ejemplo, el cual se convierte en un ingrediente riquísimo a la hora de comprender elementos como la intención, el propósito y la emocionalidad que acompañan al lenguaje.

"Desde mi perspectiva, en cada sistema social, incluyendo a las organizaciones, es necesario crear mecanismos de regulación", afirma.

"Por la falta de tiempo nos resulta complicado fomentar las reuniones en persona, y el uso de WhatsApp puede ser una manera de coordinar acciones, así como enviar contactos y fotos que contengan información relevante".Claudia Reyes, concejala por Puerto Montt.