Una reciente encuesta telefónica realizada a nivel nacional por la Universidad Central ha revelado que seis de cada diez chilenos está de acuerdo en que los municipios del país restrinjan el horario de funcionamiento de los locales en los que se expende alcohol, tal como lo han aplicado comunas de la RM, como Santiago, Providencia y Las Condes, lo que en algunos casos incluso han sido refrendado por medio de consultas populares.
Tras las polémicas por el horario de cierre anticipado de lugares que vendan alcohol, varias fueron las voces que se alzaron tanto a favor como en contra de la medida. El estudio determinó que el 63,3% de las personas están a favor del límite de horarios impuesto por algunas municipalidades a botillerías, bares y discotecas, mientras que un 34,3% está en desacuerdo.
Pero más allá de la discusión, hay datos categóricos para asegurar que los chilenos beben excesivamente. Es un problema que se ve en los jóvenes desde temprana edad, quienes a la vez imitan la conducta que muchas veces observan en el entorno, por lo que al menos hay que poner más énfasis en el consumo razonable de alcohol.
Y es que en momentos en que las autoridades de gobierno han iniciado fuertes campañas contra el tabaquismo, no se observa la misma rigurosidad con el consumo de alcohol o la persecución a las drogas, sino que más bien se advierte cierta complacencia.
Esto, sin considerar el grave daño que el consumo problemático de alcohol genera entre los chilenos.
En ese sentido, es destacable que algunos municipios vayan asumiendo la defensa de sus ciudadanos y si bien esto no apunta en ningún caso a 'satanizar' algunos rubros del comercio, debe haber un justo equilibrio y pensar que así como unos defienden su derecho a la diversión, ésta no puede realizarse a costa de la tranquilidad y la seguridad de los vecinos, sobre todo quienes viven en lugares cercanos a los de expendio de alcohol.
Por ello, es necesario mantener vigilancia policial permanente en aquellos sectores.