Su obligación era ganar y cumplieron, aunque con bastantes dificultades. Después de un partido marcado por los cuestionamientos al arbitraje y los errores del dueño de casa, Colo Colo superó a Cobresal por la cuenta mínima y sigue firme en la lucha por el bicampeonato, que hasta ahora lidera su archirrival, Universidad de Chile.

El partido en El Salvador fue complicado para ambos elencos. Colo Colo partió bien el encuentro, pero de a poco se toparon con la insistencia del rival, que en varias ocasiones puso en peligro el arco bien custodiado de Justo Villar.

A los 28 minutos, un penal provocado por Julio Barroso parecía cambiar el rumbo del cotejo. Sin embargo, Villar consiguió atajar el remate de Hans Salinas y dar un respiro al Cacique.

Los errores de Cobresal y las imprecisiones de Colo Colo sentenciaban el empate a cero. Pero a cinco minutos de cumplirse el tiempo reglamentario, una falta sobre Felipe Flores decretaría un segundo penal, el cual desató la polémica en el cuadro minero. Debido a los reclamos en contra del árbitro Carlos Rumiano, dos jugadores de Cobresal fueron expulsados, uno de ellos desde la banca.

Desde los doce pasos, Esteban Paredes consiguió finalmente abrir el marcador y dar el triunfo definitivo a Colo Colo.

Con este resultado, nuevamente el cuadro popular queda a dos puntos de Universidad de Chile, líder con 34 puntos. La lucha de los archirrivales, sumada al acecho de Wanderers, pone al rojo vivo la pelea por el título.

Finalizado el encuentro, el DT de Colo Colo, Héctor Tapia, reconoció que el triunfo debió ser del rival, pero que sus pupilos no se rindieron para lograr los ansiados tres puntos.

'Lo más valioso son los puntos. No estuvimos finos en las últimas jugadas. Lo justo era que Cobresal ganara, pero nunca bajamos los brazos y nos vamos con los tres puntos a Santiago. Lo rescatable es la destacada labor de la defensa que nos ayuda a mantener el cero en nuestro arco', expresó el técnico.

'Fue fundamental no bajar los brazos y luchar. Existen este tipo de partidos donde lo que importa es ganar. Cuando el fútbol no está tienen que aparecer otras cosas', añadió.

Respecto al rendimiento de los jugadores, Tapia indicó que 'buscamos ir trabajando el partido minuto a minuto. Fue fundamental lo hecho por la gente que entró desde la banca. No nos vamos contentos por el juego, pero si por los tres puntos'.

Sobre sus rivales por el título, el entrenador insistió en que 'tenemos que hacer nuestro trabajo y ganar fecha a fecha'.

Novak Djokovic se convirtió en el primer tenista en ganar dos veces consecutivas el Masters 1.000 de París-Bercy, al derrotar ayer en la final al canadiense Milos Raonic. Además, el serbio reforzó su puesto de número uno del mundo, acechado por Roger Federer, quien sigue en el dos del ATP.

El pupilo del histórico tenista alemán Boris Becker tiene ahora tiene 1.310 puntos de ventaja sobre el suizo, y únicamente tiene que ganar tres partidos en el Masters de Londres para garantizarse acabar por tercer año en la cúspide del ránking.

Djokovic, de 27 años, sumó en el pabellón cubierto de París su victoria número 600 al ganar 6-2 y 6-3, en una hora y 23 minutos, su vigésimo Masters 1.000, a tres de Federer y a siete del español Rafael Nadal, y su sexto título del año, tras los de Wimbledon, Indian Wells, Miami, Roma y Pekín.

En su retorno a la competición tras asistir en Montecarlo al nacimiento de Stefan, su primer hijo, el serbio ha demostrado que su tenis está intacto y que no perdió nada de la calidad que atesora.

Es la tercera vez que vence en Bercy, un torneo maldito por situarse al final de la temporada, cuando las fuerzas son justas y los mejores del mundo prefieren dosificarlas pensando en Londres, que acarrea más puntos y prestigio.

No fue el caso de Djokovic en las dos últimas ediciones. El año pasado ganó su segundo Bercy, tras el de 2009, y después repitió triunfo en la capital británica y este año se fijó el mismo objetivo.