En el oficialismo reconocen diferencias, pero llaman a sacar la reforma adelante
educaciONAL. Dirigentes locales admiten la existencia de problemas, con fuertes críticas entre algunos personeros, pero enfatizan que lo importante es el desarrollo del programa gubernamental.
La aprobación de los primeros proyectos de ley de la Reforma Educacional por parte de la Cámara de Diputados, en los que no se incluyó la penalización de la cárcel para los sostenedores de establecimientos particulares subvencionados que lucren con los recursos del Estado, generó tensión al interior la Nueva Mayoría.
Las críticas entre algunos personeros ocasionó controversias en este bloque. En la zona, los dirigentes de distintas tiendas, si bien reconocen la existencia de problemas, coinciden en que lo importante es sacar adelante el programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
En la DC, por ejemplo, no estaban muy conformes por el trato recibido de parte de algunos integrantes de sus socios en el conglomerado.
El presidente regional de la DC, Claudio Martínez, cree que la convivencia es deteriorada por personas que no entienden que la forma de hacer política es respetando las diferencias, colocándose de acuerdo, y enfatiza en que su partido trabaja silenciosamente para el éxito del Gobierno.
Martínez, quien también envió una carta a este medio en la que criticó al diputado PS Fidel Espinoza, dice que las divergencias son necesarias, pero que al mismo tiempo sostiene que 'los partidos tienen que ponerse de acuerdo en un proyecto común. Hay quienes creen que pertenecer a una coalición es obedecer y no discutir'.
Acentúa el que las diferencias no son entre los partidos, sino que entre personas que no entienden la política. 'Si me junto con gente que conoce de ideologías, tiene teoría política y visión de futuro no caeríamos en estas cosas. Si estas frases son para atraer la atención y no tienen mucho que ver con la profundidad de los temas que uno analiza'.
Martínez reflexiona en torno a que algunos políticos tienen muy mala memoria porque 'no se acuerdan que la democracia cuando no está bien cuidada y en la que no sepa dialogar, se corre el riesgo de terminar como terminamos nosotros hace 40 años, en una dictadura'.
Manuel Ballesteros, presidente regional del PS, respondió ayer a Martínez y acusa que existe un sector, que no es mayoritario, pero que no ha defendido con fuerza la Reforma Educacional, lo que es percibido por la comunidad. Dice que le extraña la postura de Martínez, pero que pese a este impasse descarta que existiese una crisis al interior del conglomerado.
'Se olvidó que la guaripola que defiende el lucro en educación es la DC, Mariana Aylwin. Por eso en lugar de mirar para el lado vea lo que hace una de sus camaradas', acusa. Ballesteros respalda al diputado Espinoza, de quien dice que 'por algo tiene la mayoría nacional'.
En la misma línea, el presidente del Partido Comunista, Yuri Godoy, sostiene que la situación actual responde a algo esperado, dado que el gobernar en una coalición tan amplia no sería algo fácil y por lo mismo no estaría exento de contradicciones, puesto que existe un visión muy amplia que convive al interior de este espacio.
Para él es natural que se produzcan estos debates como los surgidos en el marco de la Reforma Educacional: 'No será la primera y última vez que sucedan, pero en el fondo lo importante es trabajar por el programa, que es lo que nos une y en lo que nos pusimos de acuerdo de manera de presentar una candidatura presidencial, como lo fue la de la Presidenta. Lo demás es parte de la amplitud de una coalición que busca cambios y donde habrá que saber resolver estos temas'.
En el caso de su tienda, reconoce que 'a veces uno es más sensible a algunos debates y situaciones. Lo del embajador Eduardo Contreras (Uruguay) y luego lo de Karol Cariola (diputada) afectan en la subjetividad, pero en lo concreto y real prima el programa y es ahí donde se tiene que colocar todos los esfuerzos'.
'No se acuerdan que la democracia cuando no está bien cuidada y en la que no sepa dialogar, se corre el riesgo de terminar como terminamos nosotros hace 40 años, en una dictadura'.