Los venerables maestros de Puerto Montt, hoy en etapa de jubilación, que han entregado los mejores años de su existencia a la formación ciudadana, desde la Corporación de Profesores Jubilados alzan hoy su clamorosa voz, -solicitando la colaboración y apoyo de los puertomontinos-, con la finalidad de obtener los recursos económicos que financien la última etapa de construcción del Hogar del Profesor Senescente 'Sembradores del Ayer'.
Se trata de una iniciativa que enarboló la profesora Filomena Gallardo el 28 de agosto de 2005, y que al transformarse en proyecto ha tenido un liderazgo impulsor, primero, en el profesor Gaspar Rojas y actualmente en la presidente de la entidad Isabel Opazo. La obra está en plena construcción en el sector rural de Quillaipe (Carretera Austral), con un 70% de avance. Lo que ha demandado una inversión de 120 millones de pesos, incluida la adquisición del terreno. Sin embargo, el 30% que falta para terminar el edificio, otros $120 millones de costo, los esforzados docentes no pueden concretarlo por carencia de recursos. Motivo por el cual han emprendido esta campaña, llamando a la comunidad porteña a colaborarles en lo posible y según sus capacidades.
Para coordinar y organizar mejor esta cruzada, la Corporación de Profesores Jubilados está invitando a las autoridades, empresarios, parlamentarios, instituciones públicas, personas naturales y medios de comunicación, a una asamblea-conferencia que se realizará mañana miércoles 29, a las 15,30 horas, en la sede de calle Ecuador 1382, esquina Constitución.
Los impulsores de este proyecto,-por el bien y dignidad de los nobles maestros senescentes-, confían en la calidad humana y buen corazón de la gente, sobre todo, de sus ex alumnos, receptores de sus valóricas enseñanzas y edificantes consejos, que en el presente disfrutan de una próspera profesión y llevan una vida ejemplar.
En el fondo, el Hogar que tanto anhelan terminar los admirados y queridos maestros, está destinado a proteger y entregar dignidad a aquellos educadores y educadoras, que en los últimos años de su existencia afrontan indignas condiciones de abandono y precariedad económica.